Mongolia, medalla de oro de estilo en las Olimpiadas de París

Este año, París tiene una triple capitalidad, y no porque le toque a Francia la presidencia de turno de la Unión. Descartado el festival de Eurovision Junior, que han rechazado organizar por el cúmulo de eventos que tienen en 2024, la ciudad es, además de capital del país y de la moda, el punto neurálgico del deporte mundial. El viernes 26 de julio, el río Sena asistirá a la inauguración de los Juegos de las XXXIII Olimpiadas y durante unos días sus calles serán referencia constante en las noticias deportivas. Pero, claro, en un lugar tan especial como ese, donde el diseño se siente por cualquier esquina, estaba claro que dicho evento no iba a evitar un guiño a este sector. Lo cierto es que la primera en hacerle un homenaje ha sido la ciudad, por una parte, con la exposición sobre deporte que organizó el Museo de Artes Decorativas el año pasado y, por otra, por la cita que albergó la plaza Vendôme hace unas semanas, cuando distintas modalidades deportivas se dieron cita de la mano de la revista «Vogue».

Ahora le toca el turno a los Juegos Olímpicos y en la inauguración la moda estará muy presente, sobre todo, gracias a los uniformes de las distintas selecciones. El más llamativo, sin duda, va a ser el que lucirán los componentes de la delegación de Mongolia. El país asiático va a desfilar con uno de los diseños más espectaculares, en los que se mezclan tradición y modernidad. Pocas referencias se suelen ver al traje típico de los distintos lugares del mundo, pero la marca Michel &Amazonka, de Ulán Bator, ha decidido tomar como base dicho traje para crear la que es, posiblemente, la equipación más bella que se recuerda en unas Olimpiadas. Como inspiracion, la firma ha tomado la festividad de Naadam, una tradición deportiva del país que se celebra en fechas similares y cuenta con una ceremonia de inauguración similar a la de los Juegos. Además, en los bordados del uniforme encontramos referencias al halcón de la bandera de Mongolia y al monte Everest, comparando la ascensión a este pico con el esfuerzo que tienen que realizar durante esos días los deportistas para lograr alcanzar la cima. Se trata, por tanto, de un uniforme que va más allá de lo meramente estético, ya que desarrolla todo un discurso que lo hace más especial aún.

Algo más convencional es, por ejemplo, el uniforme de EE UU, que como siempre ha recurrido a la firma Ralph Lauren. Símbolo del «american way of life», la casa ha sido fiel a los códigos que nos tienen acostumbrados en el país. De esta manera, veremos desfilar a lo que podría parecernos un «ejército» de hombres y mujeres salidos de cualquiera de las universidades de la Ivy League, en vaqueros, camisa de rayas, corbata y una americana de tres bolsillos donde, además de los colores de la bandera, también veremos el mítico caballo de la casa americana.

Por su lado, Italia es fiel a EA7/Emporio Armani, la firma con la que lleva colaborando alrededor de una década; Canadá ha decidido reivindicar uno de sus orgullos nacionales trabajando con la casa Lululemon, lo mismo que podríamos decir del Reino Unido, que ha confiado en Ben Sherman para esta ocasión. Los Países Bajos optaron por que su equipo de breaking luzca unos chándales de diseño de la mano de The New Originals, y Portugal llamará mucho la atención gracias al colorista estampado de los polos y accesorios de sus deportistas, obra de los talleres de Decenio.

¿Qué pasa con España?

Por nuestra parte, el Comité Olímpico Español ha decidido que sea Joma la encargada de vestir a nuestros olímpicos. Así, esta firma fundada en 1965 y con sede en Portillo de Toledo, ha llevado los colores nacionales a las prendas de nuestros participantes. La chaqueta roja va a ser la gran protagonista, aunque seguramente será la falda de las chicas las que den mucho que hablar: observamos un degradado en el que aparece el rojo y amarillo de la enseña nacional, un diseño que también está presente en algunas de las prendas de la equipación deportiva que, por otra parte, destaca por la presencia del rojo como color principal. Está claro que el COE no quería repetir las polémicas de otros años y ha decidido optar por lo clásico.