La crónica de Amilibia: Otra vez «el infierno o yo» de Pedro Sánchez

Una de las cosas difíciles de las entrevistas con Susanna Griso es responder a sus hábiles preguntas sin que la mirada te traicione y baje de ojos a piernas. Él mantuvo firmes sus ojos donde debía y también fueron firmes sus palabras: «O un gobierno de centro izquierda con lo que representa Yolanda Díaz o un gobierno del Partido Popular con la ultraderecha». A elegir. Que no se diga que el profeta no nos avisa con tiempo: o yo o el fuego eterno del infierno fascista, o yo o las siete plagas de Egipto más alguna de añadidura, o yo o la bestia cornuda del Apocalipsis, o yo o el demonio corrupto y corruptor.

Recuerdo aquel chiste de Chumy Chúmez. El líder le grita al pueblo: «¡El caos o yo!». El pueblo responde: «¡El caos, el caos!». Y el líder aclara: «No importa, también soy yo». Sánchez no dirá nunca «el caos o yo» porque sabe que en el caos ya estamos. O porque recuerda el genial chiste y teme que el pueblo, veleidoso, elija el caos. Ya se sabe que las urnas las carga el diablo, y de los recuentos puede surgir el ángel con la espada flamígera o el monstruo que ahora tenemos.

Tamara Falcó y Almodóvar han mantenido un intercambio de pareceres en las redes sobre el diablo. Pedro negó su existencia apostillando que era un discurso fundamentalista. Tamara concluyó: «el demonio existe», sin perderse en exorcismos. Algún Papa ha negado la existencia del infierno, pero muchos creen que el diablo viste de Prada. Gobernar con lo que representa Yolanda, dice Él. ¿Será una coalición con Zara, Valentino, stilettos, moño alto o moño bajo? Imaginen el eslogan de la campaña: vestidos para matar.