Opinión

El diario de Amilibia: ¡Hala, a reflexionar en el Falcon!

"Cuando le reclaman una reflexión de altura, Él se monta en el Falcon, se cala las gafas de comandante en jefe y nos mira desde 5.000 metros o así"

Pedro Sánchez, en el Falcon
Una de las prerrogativas más polémicas del mandato de Pedro Sánchez ha sido el uso (o abuso) del Falcon, el avión presidencial, para viajes que se encuadraban dentro del ámbito estrictamente privadolarazonLa Razón

Entiende las cosas a su manera y así va por la vida. Cuando le reclaman una reflexión de altura, Él se monta en el Falcon, se cala las gafas de comandante en jefe y nos mira desde 5.000 metros o así. No se sabe bien a qué se escapó a Marruecos, pero ha vuelto ligero de acuerdos, dicen. Al menos no se habrá olvidado el móvil en Rabat. Cuentan que el verdadero objetivo del viaje era, precisamente, rogar a Mohamed VI que tuviera la amabilidad de devolverle los datos que le mangaron del iphone hace algún tiempo. Se supone que los servicios secretos marroquíes ya han tenido tiempo de analizarlos con fruición y hacer copias, por lo que ya carecen de utilidad, salvo como prenda de fidelidad a la causa y para motivo de regocijo o chanza cuando el monarca alauita se reúne con Macron a tomar chupitos en París. Eso cuentan. Y añaden que si, además del giro sobre la soberanía del Sahara, hace falta ceder algo más, se cede.

No sé si la Yoli ha viajado ya a Palestina como era su intención. Me extraña, porque no he visto aún ninguna foto suya luciendo el pañuelo palestino o kufiya con un toque de Adolfo Domínguez. Si al final va, se espera que celebre una reunión con los chicos de Hamas para denunciar el «genocidio israelí» y, de paso, reconvenirles maternalmente por las violaciones a mujeres judías que luego convirtieron en esclavas sexuales. Chicos, dirá, por mucho que la necesidad apriete, eso no está bien, eso está feo, eso no se hace, controlaros un poco, porfa; mirad que en el próximo viaje os traigo a Irene Montero, y ya veréis.

De cualquier forma, ella también necesita reflexionar en las alturas: tiene más fans en Gaza que en Fene, su pueblo gallego.