Lisboa

Sergi Arola: «Decidiré con serenidad el futuro de Gastro»

El cocinero, en el comedor de Arola Gastro
El cocinero, en el comedor de Arola Gastrolarazon

Continúa muy dolido. No es fácil digerir el hecho de que unos funcionarios de Hacienda precinten «un proyecto vital y profesional». Así es como les gusta definir a Sergi Arola y a Sara Fort el restaurante que inauguraron en 2008 en la calle Zurbano de Madrid, ciudad en la que tenían previsto retirarse y donde les gustaba recibir a sus clientes. Sin embargo, una deuda de 148.000 euros a la Agencia Tributaria y de 160.000 a la Seguridad Social les ha devorado. Ahora, «la realidad es distinta. Compleja», ha afirmado el chef, quien reconoce en un comunicado emitido ayer haber recibido, «en estos momentos difíciles, múltiples muestras de cariño, así como la solidaridad de compañeros de profesión y medios de comunicación».

Hacer las maletas

Durante las próximas semanas, ambos estudiarán «con serenidad» la situación y decidirán el futuro de su apuesta gastronómica en la capital. Desde que ocurrieron los hechos, el cocinero ha confesado que no descarta hacer las maletas y dejar nuestro país, una decisión que será tomada en familia. Mientras esperamos la reapertura de Arola Gastro, otras delicias con su rico y original sello continúan saliendo de la cocina de Vi Cool (C/ Huertas, 12. Madrid), así como del resto de locales que el chef asesora en París, Lisboa y Bombay, entre otros rincones del planeta, donde hornea la marca España.

Insisten en «la inexplicable acción ejecutiva de la Agencia Tributaria española», que les ha obligado a clausurar un local inaugurado «con mucha ilusión, dedicación y esfuerzo en otros tiempos de nuestra economía, que se ha visto afectado por una bajada sin precedentes del consumo», prosigue. Una crisis brutal que les ha llevado a sufrir, según palabras de Arola, «momentos difíciles para mantenernos a flote».

Está convencido de que le ha tocado a él por ser una persona conocida. Por eso le preocupa, además del dinero que está dejando de ingresar, su imagen, porque su objetivo no ha sido otro que «cuidar el servicio al cliente, proteger los puestos laborales y mantener unos estándares de calidad inmejorables», añade. Por todo esto, aseguran tener la conciencia bien tranquila al haber cumplido con sus obligaciones con los proveedores, Hacienda y la Seguridad Social dentro de sus posibilidades financieras en estos tiempos de recesión económica. Además de tener la certeza de haber velado por los intereses de su equipo y de sus clientes. La pareja redujo los gastos durante esta última temporada. Sin embargo, Hacienda no aceptó su plan de viabilidad. Son conscientes de que la deuda se produjo por una errónea contabilidad.