Se le escapó su opinión

Mar Flores, en apuros por un micrófono abierto

La modelo es una de las estrellas de ‘El Desafío’, programa que está poniendo al límite sus capacidades y enfrentándola a sus miedos. También a la polémica

Mar Flores
Mar FloresInstagram

Como cada viernes, Mar Flores y sus compañeros de ‘El Desafío’ se retan a sí mismos con pruebas que ponen al límite sus capacidades. Esta vez la modelo no tenía la preocupación añadida de competir en audiencias contra su hijo, Carlo Costanzia, que durante varias semanas se convirtió en su peor quebradero de cabeza mediático. Sin embargo, una imprudencia le ha hecho estar en un aprieto, al menos sí de cara al programa de Antena 3, al elenco de jueces y también con el público. Y es que un micrófono abierto le ha jugado una mala pasada, desvelando sin querer una opinión que no estaría cómoda de defender.

Adrián Lastra
Adrián LastraEl Desafío

Todo ha surgido cuando Adrián Lastrase enfrentaba a la difícil prueba de la apnea. Aguantar la respiración bajo el agua es, para muchos, un momento angustioso, pero el actor ha sabido destacar en todos los retos que el programa le ha propuesto, llegando a ser considerado casi como un superhéroe. Así, aguantó 1 minuto y 34 segundos sin respirar, aunque él tenía una marca mejor y tras haberse preparado mucho para superarse a sí mismo, no cumplió su objetivo. Esto le hizo romperse en el tanque de agua y reconocer que “está mi hermana ahí y se va a decepcionar”. Esto hizo que sus compañeros (y rivales) acudiesen a su auxilio para darle ánimos y dejarle claro que es un campeón y que todos están muy orgullosos de él.

Mar Flores
Mar FloresEl Desafío

Sin embargo, cuando Mar Flores quiso hacer lo propio, no tuvo en cuenta que su micrófono continuaba abierto, que todo lo que comentaba estaba siendo escuchado por todos. Fue en el momento en el que Adrián Lastra se disponía a hablar con el jurado y conocer su valoración, cuando a la modelo se le oyó decir: “¡Qué angustia de programa! De verdad, qué angustia”. Y es que parece que el mal trago de su compañero le había afectado mucho a ella, no pudiendo disimular o callar lo que se le pasaba por la mente. Nada malo, por otro lado, pues no arremetía contra nadie y tan solo dejaba evidencia de la dureza de las pruebas a las que se enfrentan cada semana y que les llevan al límite de sus capacidades.