Egipto

Mubarak y su Rubalcaba

La Razón
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Cualquier régimen que se precie necesita un Rubalcaba. Un número dos que controle la seguridad del Estado, sea muy trabajador y ambicioso. Su gran habilidad es la capacidad de supervivencia. Es el último dinosaurio del felipismo. En los años ochenta era sólo un alto cargo, en los noventa ministro y portavoz. Hemos superado la primera década de un nuevo milenio, con Rubalcaba en la vicepresidencia y candidato a candidato. Mubarak ha nombrado vicepresidente y candidato a candidato a Suleiman, el jefe de los servicios de inteligencia. El perdedor es Gamal, el hijo del rais. Mubarak y Suleiman son dos personajes detestables que nada tienen que ver con Zapatero y Rubalcaba salvo en que las vicepresidencias pueden ser la antesala de la sucesión. La diferencia es que en Egipto abre la televisión pública diciendo: «Miles de egipcios salen a la calle para apoyar a Mubarak». Cuando era justo lo contrario. Allí la sucesión, salvo cuando triunfa la insurrección, sí funciona con el dedo.