Van Gaal y el juego «atractifo»

Con los años no ha perdido el acento áspero al hablar español que parece esconder a un cascarrabias entrañable. Le cuesta, pero se esfuerza por hablar el idioma que aprendió en Barcelona. En el Bayern está más relajado, y lo que antes era «siempre negatifo», ahora es «fútbol atractifo». El viejo Louis se esfuerza en desmentir esa fama de defensivo que se ha creado por su carácter. Era divertido su Ajax y también su Barcelona de la primera época. Como el AZ con el que ganó la Liga la temporada pasada.Como un abuelo que cuenta historias a sus nietos, explica có- mo descubrió que Mourinho era un hombre especial. «Fue cuando Núñez y Robson me dijeron que iba a ser el entrenador del primer equipo del Barcelona. Yo en principio me iba a ocupar de la cantera. Núñez ya había hablado con Robson, pero no con él. Estaba furioso. Era ya el ‘‘special one''. Por eso lo contraté», explica. «Conmigo hacía análisis de los rivales. Y eran muy buenos», añade. «Era bueno, aunque no pensé que fue- ra a convertirse en un entrenador tan importante. Es uno de los me- jores del mundo».Van Gaal encuentra algunas di- ferencias entre el portugués y él. «Mi filosofía es siempre atacar, jugar en el campo del oponente. Mourinho es más defensivo, pero tiene jugadores que pueden decidir un partido. Mi filosofía es siempre para el público», afirma. Y ahí es cuando aparece el recuerdo de su guiñol: «Por eso tenemos que jugar ‘‘atractifo''». Aunque Mourinho se defendiera después: «No debe de haber hecho lo que hacíamos en Barcelona, que veíamos sólo diez o doce vídeos del rival. Si dice eso es que sólo ha visto el partido de Barcelona».Es lo único que se atreve a decir del estilo del portugués. «No puedo explicar más diferencias. No veo sus entrenamientos ni sus se- siones tácticas. No puedo juzgar, no quiero cometer el mismo error que muchos periodistas. Sólo co- nozco el resultado».Y cuando le preguntan si el Ber- nabéu y el Real Madrid estarán dispuestos a soportar el estilo de Mourinho, sólo puede decir: «Yo no quiero influir en las decisiones del Real Madrid, pero ésa es la pregunta».