Valencia
SUCRE ganador de la semana
Sucre es un dálmata de unos 4 o 5 años. Su dueña, Luz González, se lo encontró abandonado hace un año aproximadamente. «Desde que era pequeña no había vuelto a tener perro, pero nos miró con esa carita y no pudimos resistirnos a acogerlo en nuestra casa», nos cuenta Luz. Durante este tiempo, Sucre ha mostrado todo su cariño a su nueva familia. Vive en un piso en la localidad de Puerto de Sagunto, en Valencia, y se pasa todo el día con su dueña, vaya donde vaya. «No me deja sola ni a sol ni a sombra. Me persigue a todos los sitios y, si me tumbo en el sofá para dormir la siesta o descansar un rato, pone su cabecita junto a mí». Es tan meloso que odia que no le hagan caso. Si llama la atención y no se le responde de algún modo se pone a gruñir o a ladrar hasta que recibe algún «mimo». De ahí que sus dueños decidieran bautizarle como Sucre, de azúcar. Y aparte de dulce es también una mascota obediente, que respeta a sus amos incluso cuando hay comida de por medio. «Es muy comilón, pero si estamos sentados a la mesa se sienta a nuestro lado sin rechistar y nos deja comer tranquilos». Eso sí, una vez Luz dejó una caja de leche a la vista de Sucre, el animal agudizó su ingenio hasta que logró saciar su apetito con dos de los cartones. Entre sus aficiones la que más lo caracteriza es que es todo un futbolero. Juega con su pelota a todas horas y, cuando la hija de Luz disputa alguno de los partidos, se convierte en el mejor hincha de la grada. Además, como buen valenciano no se pierde nunca las Fallas. Al contrario que el resto de los perros, no tiene miedo a los fuegos artificiales y se pasea por la gran fiesta valenciana como un fallero más.
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