Moncloa dígame

Hola, bienvenido, presidente.
–Qué tal José Luis, ¿cómo estás?
-Aquí me tienes, deshojando la margarita de si me presento o no. ¿Y tú?
-Yo bien, aunque sin el escándalo de los ERE estaría mejor.
- No, no, me refería a si ya tienes decidido presentarte a los comicios andaluces.
-Hombre, José Luis, dicho así, ¿es que tienes dudas?
-Pepe (hace una pausa), si dudo de mí imagínate del resto.
-Pues mira, en lo que no debías haber dudado es en haber impuesto tu autoridad a Fernandez Vara para que recurriera contra el Guadalquivir. Con Felipe y Guerra no habría ocurrido.
-Bah, no te preocupes. Arenas no ha movido un dedo porque compromete el discurso constitucionalista del PP y además los populares extremeños también apoyaron el recurso.
-Pero, joder, es una bofetada innecesaria al Estatuto.
-No te equivoques, Pepe, mejor para ti. ¿No ves que la sentencia puede eclipsar el caso de los ERE y hasta el millón de parados que teneis?
-Bueno, entonces, ¿cómo lo vamos a reconducir?
-No sé, algo parecido a Costas y Doñana. Ya iremos vistiedo el muñeco. De momento anunciaremos muchos proyectos de turismo sostenible en el entorno del río.
-Pero si apenas hay dinero en el presupuesto.
-Diremos luego que los proyectos se paralizan por su impacto ambiental o porque se han hallado restos arqueológicos. Vamos, igual que con el AVE.
-De todas formas esto no nos va a salir gratis.
-Lo que ocurre, Pepe, y lamento decírtelo, es que antes de esta sentencia tus encuestas en Andalucía ya eran muy malas.
-Querrás decir nuestras encuestas
- Sí, claro, aunque en realidad yo por Andalucía voy muy poco. Por cierto, ¿vendiste ya los solares de la deuda historica?
-No, aún, no. Con esta crisis no va a ser fácil
-La culpa la tiene Aznar, si no hubiera alimentado la burbuja inmobilaria...
-La liquidacion de la deuda historica puede que también haya influido en los sondeos.
-Tonterías. Lo que hay es que renovar, buscar rostros alejados del pasado. ¿Qué tal con Mar Moreno?
-Sinceramente, José Luis, no debió haber hablado nunca de los informes de la Intervención. Por su culpa voy a tener que cesar a Aguayo.
-Habrá sido cosa de los periodistas, seguro que la entendieron mal. Bueno, Pepe, te voy a dejar porque imaginarás el lío que tengo con lo de Gadafi. Ya ves, lo malo de perpetuarse en el poder.