Un atentado suicida contra la sede de la Inteligencia de las Fuerzas Aéreas deja una veintena de muertos en Damasco

Los grupos terroristas están aprovechando el nuevo foco de tensión en la frontera con Turquía para perpetrar atentados en Damasco. En los últimos días se han registrado potentes explosiones en edificios gubernamentales e instalaciones militares en la capital siria. La última potente explosión se registró ayer en la sede de la Inteligencia de la Fuerzas Aéreas en los suburbio de Damasco. El atentado con coche bomba, en que participaron dos conductores suicidas, fue reivindicado por el grupo islamista Frente al Nusra, vinculado a la red terrorista Al Qaeda. Este grupo fue el responsable de la cadena de atentados que sacudieron hace una semana la sitiada ciudad de Alepo.

En un comunicado, el grupo yihadista se atribuyó la autoría del ataque y declaró que "la decisión era atacar a la Inteligencia de la Fuerza Aérea porque es una de las divisiones de seguridad más notorias y una ciudadela de la represión, cuya extensión solo Dios la sabe".
 
Según la televisión estatal, un kamikaze detonó el primer coche, cargado con nueve toneladas de explosivos, contra el edificio gubernamental y 25 minutos después, otro suicida hizo estallar una ambulancia bomba. Cerca de 20 personas perdieron la vida en este doble atentado, a los que se suman otros 80 muertos en enfrentamientos armados y bombardeos del régimen en las provincias rebeldes de Homs, Hama, Idlib, Alepo, Deraa, Deir Ezzor. Según el Ejército Libre de Siria (ELS), los rebeldes han capturado una docena de combatientes de la milicia chií libanesa de Hizbulá en la ciudad de Homs.