Literatura

Murcia

OPINIÓN: Continuum

La Razón
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Las obras de arte, los libros y películas están separados de la vida real por toda una serie de mecanismos de recorte físicos y simbólicos que nos señalan lo que hay que ver y leer y lo apartan del mundo. Los marcos y los pedestales, los lomos de libros o los fundidos del cine nos dicen «a partir de aquí es obra» o «esto es lo que cuenta». Sin embargo, estas cesuras no acaban de funcionar en nuestra mente, donde todo se mezcla y se confunde, y la realidad y la ficción acontecen como estructuras porosas y permeables que se atraviesan mutuamente. Esta es, entre otras muchas cosas, una de las ideas centrales de Alma, la novela del murciano Javier Moreno que ha publicado este año la editorial Lengua de Trapo: la continuidad ineluctable entre el mundo y la literatura. Este pequeño libro, que nadie debería perderse, redefine lo que entendemos por novela y borra de un plumazo el marco de enfoque que separa la vida de la ficción y que señala lo que cuenta y lo que no. En Alma, la historia que se relata –la relación entre María y Eduardo y su afición nostálgica por lo obsoleto– se confunde con la propia experiencia del escritor, cuya autobiografía fragmentaria va apareciendo poco a poco a lo largo del libro. La narración se mezcla con la biografía sin marco ni recorte, como en la vida real. Y es que, si lo pensamos bien, nuestra vida es un continuum. Vemos la tele, comemos, vamos al gimnasio, amamos, sufrimos, pasamos por el wáter... y todo en el mismo metraje. Por eso al final cada uno ve las cosas de un modo diferente, porque no hay marco, ni pedestal, porque lo que vemos acaba insertándose en el flujo de lo que somos.