Javier ya no vive solo por María José NAVARRO

Ha pasado por San Sebastián Julia Roberts y nos ha recordado a muchas que el mundo está muy mal repartido. Resulta que se pueden tener los mismos años y no compartir absolutamente nada más. Dicen los que saben de estas cosas de la psicología femenina que a esa edad las mujeres ya hemos aprendido a aceptarnos como somos, con todos nuestros defectos: es mentira. Servidora quiso encontrar consuelo en unas fotos de la Roberts este verano en la playa en las que localizó en la barriga algo parecido a una huella celulítica y resulta que ha venido la tía y ha enseñado las piernas a pleno día y las tiene largas y duras como el mármol de Carrara. Con una lupa le he visto las rodillas, prietas y lozanas, me he dado un poco de asco y me he pegado un palizón en mi plataforma vibratoria oscilante Power Plate.

Lo peor de todo es que de cerca, según cuentan los que la entrevistaron en privado, le brillan los ojos y es simpática. Estoy evitando el tema de la piñata, como habrán comprobado. Cuando una tiene una sonrisa que en vez de un bello gesto es una mueca llena de dientes gris marengo, tampoco está para detenerse en detalles que aumenten la distancia entre una tipa de rompe y rasga y un deshecho de tienta. El caso es que esta buena mujer ha venido a ser premiada por toda su carrera, aunque parece que toda su carrera no es precisamente homogénea. Ella llena la pantalla y es la novia de América y todos esos lugares comunes que de sobra saben ustedes, pero no todas sus películas son precisamente obras maestras. Esta última, en concreto, da cosica. En medio de toda esa cosica resulta que sale Javier Bardem y hace de Hugh Grant, aunque una lo que pensaba es que para ser Hugh Grant había que tener mucha gracia y, sobre todo, tomarse muy poquito en serio.

Pero resulta que Bardem se toma su papel de actorazo (que lo es) con cara de que le debemos dinero y aunque una no es de las que se dedican a darle collejas a la dinastía Bardem (la madre me cae estupendamente aunque no esté de acuerdo con algunas de sus ideas) empieza a hartarse de ese aire de consulta de oncología que tienen las ruedas de prensa de Javier, dispuesto a hacer alarde de su situación sentimental en Cannes mientras aquí se nos pone estupendo y dignísimo. La peli es mala y alimenticia, rey. Así que entiendo que quisieran preguntarte por la novia.