Colombia

Ortega Cano se siente abandonado por sus hijos por Jesús Mariñas

Ortega Cano se siente abandonado por sus hijos por Jesús Mariñas
Ortega Cano se siente abandonado por sus hijos por Jesús Mariñaslarazon

Otro frente donde más le duele. Parece una inacabable tragedia doméstica ahora encarnada por Gloria Camila y José Fernando, los hijos adoptados en Colombia. Rocío Jurado nunca estuvo muy predispuesta porque bastante tuvo con Rociíto, que se las hizo pasar canutas emperrada con Antonio David Flores hasta que consiguieron llegar a la vicaría. Conmemorando el sexto aniversario mortuorio de la chipionera hay un nuevo cisco que añadir a los incesantes que el torero ha padecido este último año después del trágico accidente. Rosa Benito se apunta como personaje recién incorporado, aunque muchos dudan de su proximidad actual con José. Quizá tan sólo es recurso para ir largando en «Sálvame». Contrariamente a la esquivadora postura que ha mantenido de no querer meterse en honduras, cuenta que «José Fernando supuso un permanente dolor de cabeza para mi "cuñá"». Lo último, es el enfrentamiento de Ortega con su sobrino Eugenio, empleado en «Yerbabuena» porque entabló relaciones con una sirvienta rumana también de la plantilla. Buscando orden sin desconcierto, el diestro le pidió que rompiera tal historia y el sobrino enfureció hasta casi llegar a las manos, enviando a la chica a su Bucarest natal, con gran indignación de su pareja. José Fernando buscó apoyo en Eugenio meses atrás cuando Ortega terció al verle encandilado de una marroquí treintañera de vida un tanto irregular.Tras pelearse con su tío, Eugenio fue trasladado al Hospital Virgen de la Macarena, donde le hicieron –sorpresa, sorpresa– un lavado de estómago. Esta es la versión televisiva de Kiko Hernández y Marisa Martín Blázquez, aunque Ortega calla. «Recibes más cornadas que cuando toreabas», le digo telefónicamente. «Bueno, cosas de muchachos, que pierden los nervios». José Fernando ha sido un niño muy difícil e inadaptado. Con seis años llegó a España con odio y con rencor. Rocío siempre suspiraba diciendo que este hijo –adoptado para complacer a su recién estrenado marido– le iba a quitar la vida. José está hundido y derrumbado porque adora a José Fernando y Gloria Camila, que ya no son tan críos.