
Brasil
La cumbre de las ausencias
Las bajas de once jefes de Estado, entre ellos Kirchner, Rousseff o Chávez, deslucen la cita de Paraguay

ASUNCIÓN.-La XXI Cumbre Iberoamericana de Asunción será recordada como la de los desplantes, la de las ausencias sonadas en la primera fila. En total, once bajas de mandatarios, entre ellas varios de los pesos pesados de la región, como la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, su homóloga argentina, la recién reelegida en las urnas Cristina Kirchner, y el presidente venezolano, Hugo Chávez. Pese a que todos ellos han alegado circunstancias de más o menos peso para explicar su ausencia, no deja de ser llamativa la foto latinoamericana en la que no aparezcan. Tampoco están presentes en este foro, promovido por España desde el año 1991, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos; el de Cuba, Raúl Castro, o el de Nicaragua, Daniel Ortega.
Lejos de pasar inadvertidas, las ausencias son vistas por la Prensa como una prueba del creciente desinterés por estas citas, y han servido incluso para que la oposición paraguaya critique la política exterior del mandatario anfitrión, Fernando Lugo. «Es una cumbre en la que importa la presencia de los jefes de Estado, pero hay una agenda compartida con ideas que se generarán en el espacio de reflexión, y en un mundo globalizado es importante coordinar políticas», matizó Lugo, en un tono más sacerdotal que diplomático. Por su parte, la ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, aseguró que las numerosas ausencias de mandatarios en la Cumbre Iberoamericana están justificadas y prefirió poner el acento en el contenido de la reunión y destacar su «gran vitalidad». Jiménez ha defendido las justificaciones alegadas por los ausentes, desde las inundaciones que han causado miles de desplazados en Centroamérica, hasta la proximidad de elecciones en algunos de los países participantes. La ministra española quiso «poner el acento en las presencias», como la del Rey de España, Juan Carlos, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; o los máximos representantes de Portugal, Perú, Chile o Ecuador.
Sin embargo, según pudo confirmar LA RAZÓN de fuentes de la Casa Real, el Rey Don Juan Carlos, intentó salvar «los trastos» al llamar a última hora a Cristina Kirchner y Dilma Rousseff para convencerlas de la importancia de su asistencia.
En cuanto al contenido, las deliberaciones giran en torno a las «transformaciones del Estado y el desarrollo», y se espera una declaración final para hoy que inste a los llamados países ricos a resolver cuanto antes sus problemas para evitar un contagio. Si bien Iberoamérica aún no ha recibido el impacto de la crisis de la deuda europea o el débil desempeño estadounidense, algunas economías como la brasileña, la mayor de la zona, muestran señales preocupantes de desaceleración. Aún «estamos en bonanza, pero debemos tener cuidado porque hemos visto en el pasado crecimientos similares y «su (posterior) caída», señaló a este diario el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias.
Por otra parte, forma ya parte del ritual que en cada cumbre se produzca una anécdota significativa. De la celebrada en 1996, se recuerda el intercambio de corbatas entre Aznar y Castro, y de la de Salamanca, en 2005, la cita de Hugo Chávez: «Como decía el Quijote, que ladren los perros, luego cabalgamos», aseguró. El problema es que esta frase no aparece en la obra de Cervantes.
Un guiño al «¿por qué no te callas?»
A lo largo de los años, la cita latinoamericana ha dejado anécdotas que han traspasado el tiempo. Sin duda, una de las más conocidas es la que protagonizó el Rey durante la cumbre celebrada en Chile. Su memorable «¿por qué no te callas?» cerró la boca al líder bolivariano, Hugo Chávez, y dejó una catarata de mensajes en las redes sociales que alababan la intervención del monarca. Ahora, habrá que esperar para ver si de esta edición surge otra anécdota.
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