
Barcelona
Diez meses de gobierno a toda costa
Los socialistas están convencidos de que el paso del tiempo jugará a su favor. Creen que en los diez meses que restan hasta la cita con las urnas los gobiernos autonómicos populares pueden errar el tiro y beneficiar al PSOE en las próximas elecciones generales.

Por eso su candidato a la Presidencia del Gobierno, el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, necesita como agua de mayo alargar la Legislatura cueste lo que cueste, después del varapalo recibido el 22-M, jornada en la que España se vistió de azul. Amén de que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, desea, aunque por otras razones, agotar su último mandato. En este escenario, el Ejecutivo central, con un PSOE sin mayoría absoluta en las Cortes, ha abierto, tras las municipales y autonómicas, el tradicional mercadeo que año tras año pone en marcha para conseguir sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado y poder, así, continuar en el poder.
En esta ocasión, el Gobierno está dispuesto a pagar cualquier precio por el respaldo del mayor número posible de grupos parlamentarios. Por eso, a cambio de prolongar el mandato hasta marzo de 2012, cederá Canarias, Navarra y el País Vasco a CC, UPN y PNV. Si, al final, las negociaciones se cierran con éxito, en Canarias la presidencia volverá a ser para Coalición Canarias, pese a ser el PP la lista más votada. Algo parecido ocurrirá en Navarra, donde UPN conservará la presidencia de la Comunidad Foral con la aquiescencia y complicidad de los socialistas navarros.
El Gobierno no ha cerrado aún las negociaciones con ningún grupo, incluido el PNV. Pese a ello, se muestra confiado en que, al final, conseguirá el voto favorable de sus seis diputados a las cuentas estatales de 2012. El PNV ha exigido al Ejecutivo central un cambio de cromos. Los nacionalistas desean el apoyo del PSE para conseguir el gobierno en ayuntamientos donde sumen y en la Diputación de Guipúzcoa. Para los nacionalistas, es clave el control de las diputaciones, instituciones que ostentan el poder económico en el País Vasco.
Calendario de transferencias
Si el Ejecutivo cede a esta demanda, tendrá que entregar al PNV la cabeza de Patxi López en bandeja. No obstante, fuentes nacionalistas no descartan que, al final, se alcance un pacto global con el PSE para gobernar en las localidades donde sumen, tal y como propone el lendakari y, de momento, rechaza la formación liderada por Iñigo Urkullu, proclive a alianzas puntuales. Para hablar de los Presupuestos Generales del Estado de 2012, el PNV vindica al Gobierno que primero cumpla el calendario de transferencias pactado en 2010, así como el resto de los puntos acordados entre José Luis Rodríguez Zapatero e Iñigo Urkullu en La Moncloa con un apretón de manos.
Ese pacto, además del acuerdo presupuestario, incluye el compromiso de que socialistas y nacionalistas compartan las mieles del fin de la organización terrorista ETA, así como la gestión del camino que lleve a ese fin. En ese camino figura la polémica cuestión de una eventual generosidad del Estado con los presos etarras que cumplen condena en España y en Francia.
Fondo de competitividad
En este escenario, al término del Consejo de Ministros, el vicepresidente primero se mostró ayer confiado en conseguir estos acuerdos para evitar las elecciones anticipadas. El Gobierno, que ya da por descontado el acuerdo con CC, UPN y PNV, lo ve más difícil con CiU. En estas negociaciones, ha trazado la línea roja en la financiación de Cataluña. Consciente de que las autonomías se pueden levantar en pie de guerra, como en anteriores ocasiones, evitará tratos de privilegio. Es decir, no abonará a Cataluña los anticipos a cuenta del fondo de competitividad, que fija el nuevo sistema de financiación autonómica.
Si lo hiciera vaciaría aún más las maltrechas arcas estatales, ya que debería hacer lo propio con otras autonomías a las que también le debe el adelanto de este fondo. Eso sí, a cambio de apoyos puntuales de CiU, el Gobierno está dispuesto a atender su vindicación de que la Generalitat tenga un papel protagonista en la gestión del aeropuerto de Barcelona, El Prat. Además, ofrecerá incluir en los Presupuestos Generales del Estado de 2012 una partida de 1.500 millones de euros para pagar a Cataluña el anticipo del fondo de competitividad un año antes de lo anunciado por Elena Salgado.
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