La Razón Solidaria: Cooper ganador de la semana

Los perros son buenos compañeros y muchas veces se convierten en un apoyo fundamental para sus dueños. Este pastor alemán, que tiene cuatro años, llegó en un momento muy apropiado a la vida de Isabel. Ella estaba atravesando una difícil situación. Había sufrido varios abortos, que le hicieron cambiar la forma de ver la vida. Un día todo empezó a cambiar y coincidió con la llegada de Cooper, que trajo a su casa algo de alegría y de consuelo. La responsable del cambio fue la hermana de Isabel, que le regaló uno de los cachorros de la camada que tuvo su perra. El animal ha sido fundamental en su recuperación y en su vida actual. La familia se completó cuando llegó David, el hijo que Isabel y su marido adoptaron en Rusia hace algo más de un año. El pequeño, que también tiene cuatro año, y su mascota son inseparables. Cooper cuida de él cuando se le acerca algún desconocido. «El animal es para mi hijo un hermano con pelo», asegura Isabel. El instinto protector de miembro de la familia es tan grande que ha ocasionado algún que otro disgusto, a pesar de que se trata de una mascota tranquila. «El cartero nos mete el correo por debajo de la puerta, pues teme a Cooper y no se atreve a entrar», aunque su dueña asegura que es un animal inofensivo. Su llegada lo cambió todo y hay que acharcarle parte de culpa del estado de felicidad en que vive la familia. Cooper es uno más. Cuando organizan algún plan de fin de semana, siempre tienen en cuenta que el perro tiene que acompañarles. Isabel considera que a Cooper «sólo le falta hablar» para parecer una persona, pues es «muy listo y super leal» y en su familia «es único y primordial».