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El tesoro perdido del «Costa Concordia»

Los expertos ven inviable recuperar los bienes que permanecen en el barco, valorados en 10 millones 

El tesoro perdido del «Costa Concordia»
El tesoro perdido del «Costa Concordia»larazon

ROMA- «He perdido todo lo que llevaba: dinero, ropa y una cámara de fotos recién comprada que me había costado 3.000 euros». La queja de Juan Quevedo, uno de los españoles supervivientes del desastre del «Costa Concordia», es compartida por los 3.000 pasajeros que llevaba el buque crucero. En los camarotes se ha quedado un auténtico tesoro, que se añade al gran número de obras de arte que embellecían los espacios comunes del barco. Sólo en contante y joyas, tanto de los viajeros como de las tiendas que había en el interior del barco, hay alrededor de 10 millones de euros, según las estimaciones que hace la Prensa italiana.

Aunque en el «Costa Concordia» todos los pagos se hacen con tarjeta de crédito, se calcula que cada pasajero lleva alrededor de 1.000 euros en efectivo para hacer frente a los gastos que puede tener en las distintas escalas. A esta cantidad habría que sumar el dinero de la dotación de la nave. Las alhajas y relojes de oro que a los viajeros les gusta exhibir en estos cruceros se calcula que cuestan tres millones de euros. En un millón menos se estima la mercancía de las joyerías y boutiques de la nave.

6.000 obras de arte
El otro tesoro del «Costa Concordia» está formado por las cerca de 6.000 obras de arte contemporáneo y antigüedades que hay en su interior, todas inspiradas en el mar y en la concordia entre los pueblos. No todas las creaciones son originales, pero hay un buen número de piezas de gran valor. Entre ellas hay dos de españoles, Javier Garcerà y Jordi García Pons. La idea de llenar los buques crucero de arte es del propio consejero delegado de la naviera, quien llamó a la puerta de las distintas academias de arte europeas para vestir sus barcos. Además de 4.500 serigrafías, el buque cuenta con 286 obras pictóricas y 42 esculturas originales, realizadas por 40 artistas contemporáneos.

Son pocas las posibilidades reales de salvar el tesoro del «Costa Concordia». Dependerá de cómo se lleva a cabo la recuperación del buque. Si los técnicos consiguen enderezarlo y sacarlo de los bajos de una pieza, algunos pasajeros tal vez vuelvan a ver los objetos que dejaron en sus camarotes. Si, por el contrario, hay que trocear la nave, pueden ir olvidándose de ellos. «Si hay que cortar, el coste de los medios y del personal presente en el lugar para hacer la operación es de cientos de miles de dólares cada semana. No se puede esperar para ir a recuperar las joyas de la señora», explica Max Iguera, representante de Smit Salvage, la empresa que más posibilidades tiene de encargarse de la recuperación del buque.

Mientras, los buzos de la Policía italiana buscaban ayer la caja fuerte del capitán, Francesco Schettino, para intentar aportar nuevas pruebas a la investigación que la Fiscalía de Grosseto mantiene abierta tras el naufragio. Los submarinistas tratan de penetrar en el camarote del capitán, que se encuentra en la parte derecha de la proa de la nave. Los buceadores también intentarán hacerse con los discos duros y el material informático de la sala de mando.

Por la mañana, los submarinistas tomaron fotografías y vídeos para verificar la ruta seguida por la nave y establecer con exactitud el punto preciso del impacto. Los trabajos de la Policía se reanudaron después de que fueran interrumpidos a mediodía porque el buque se había movido.