Gallardón acudirá mañana a la tradicional misa y descenso del Cuadro de la Virgen de la Paloma

Como cada año se espera que cientos de madrileños se concentren en el entorno del templo, situado en el barrio de La Latina, para asistir a la celebración del día de la Virgen de la Paloma, uno de los festejos más castizos de la capital y que rinde honores a la considerada como 'patrona popular' de Madrid. Además, en esta ocasión, con la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y la cercana visita del Papa serán cientos los jóvenes que acompañarán a los madrileños en la celebración.

Los asistentes estarán rodeados de elementos de lo más castizo, con sus chulos y chulapas paseando por las calles, los barquilleros, los balcones de las casas engalanados con mantones de Manila y las terrazas de verano.

La iglesia de La Paloma abrirá sus puertas a primera hora de la mañana y comenzará a impartir misas cada hora. Desde las 10 horas y hasta la celebración de la misa tuvo lugar la tradicional ofrenda floral a la Virgen en la fachada del Colegio La Salle-La Paloma.

Tras el acto religioso tendrá lugar, sobre las 13.30 horas, el tradicional descenso del cuadro de la Virgen de La Paloma a cargo del Piquete de Gala del Cuerpo de Bomberos, uno de los momentos más emotivos de la mañana. Precisamente, la bajada siempre está acompañada de los gritos de los madrileños, con vivas a la Virgen de la Paloma, al Cuerpo de Bomberos o al pueblo de Madrid.

Ya por la tarde, a partir de las 20 horas, el cuadro de la Virgen de la Paloma saldrá de la iglesia en procesión para discurrir por la Gran Vía de San Francisco, la Puerta de Toledo, la calle Toledo, la plaza de la Cebada, la carrera de San Francisco, la Puerta de Moros, la carrera de San Francisco de nuevo y la calle Calatrava.

DEVOCION A LA VIRGEN DE LA PALOMA
La devoción a la Virgen de la Paloma surgió en el siglo XVIII cuando unos niños encontraron en una vieja corrala, entre un montón de leños, un lienzo que la representaba. Isabel Tintero, una vecina que habitaba en la calle de la Paloma, vio como los niños jugaban con él y lo recuperó, limpió y colocó en el portal de su casa, para pasar a la primera capilla en 1796.

La gran devoción de todo el vecindario por esta imagen propició la creación de un templo nuevo en 1912, el mismo que ahora alberga el lienzo. La verbena en honor de la Paloma cobró importancia a finales del siglo XIX y su celebración quedó plasmada en la historia festiva cuando Tomás Bretón y Ricardo de la Vega compusieron la zarzuela 'La Verbena de la Paloma'.
La virgen fue elegida por el propio pueblo de Madrid, junto con la Virgen de la Almudena y la Virgen del Carmen y es una de las vírgenes más queridas por los madrileños.