Posadas: «Los enemigos mejor que sean tontos»

-Parte de un argumento original en esta novela.
-Siempre me ha interesado la relación entre hermanos, me parece muy rica desde el punto de vista psicológico. Entre ellos siempre hay sentimientos encontrados, un juego de relaciones que hacen la convivencia bastante atractiva.

-Traza un retrato de la clase alta, de sus juegos, intrigas, odios, traiciones... ¿Es una novela negra o una crítica sarcástica en clave de humor?
-La novela policíaca me parece una coartada perfecta para ver cómo es la sociedad, para tener una visión de sus valores o contravalores, para poderla retratar con ironía y sentido del humor.

-¿Quién es Olivia Uriarte?
-Una mujer mala malísima. Tiene que ser así para que la odien y tengan motivos para asesinarla, pero existe algo más. Todas las personas, incluso las peores, poseen un sentimiento positivo que puede aflorar en algún momento: «Hasta un reloj parado da la hora exacta dos veces al día».

-¿Se puede programar el propio asesinato?
-Quería ofrecer un enfoque nuevo, algo original pero verosímil, que es lo importante para mí. Últimamente se hacen cosas inverosímiles, disparatadas –por ejemplo, en cine– y la gente se lo cree.

-«Cianuro espumoso». Vaya nombre de barco para un asesinato. Y Ágata, la investigadora. ¿Recuerda algo este juego de nombres?
-Es un homenaje a los clásicos del género. Olivia le encarga a su hermana culta escribir una novela, no sólo para descubrir al asesino, sino como una forma de exhibirse ella incluso después de muerta, de seguir siendo la protagonista de la historia. Me pareció que el nombre de Ágata era adecuado.

-¿Existe el crimen perfecto?
-Sí, todos los días. Cuántas muertes que aparecen como un accidente no se investigan y quién sabe.

- Familia con dos hermanas, padre diplomático, mujer seductora... ¿Tiene algún elemento autobiográfico la historia?
-Hay mucho. Me llevo muy bien con mi hermana, pero de pequeña yo era el patito feo. Ella, la guapa, fue el centro de atención. De esto hay bastante en el libro.

-¿Con qué personaje de la novela se siente más identificada?
-Siento especial debilidad por Cristobalina, una peruana que llega a España con pocos medios y menos cultura que debe pasar por situaciones difíciles y desagradables, aunque sabe lo que quiere, lucha por obtenerlo y lo consigue.

-¿Es más importante elegir a los enemigos que a los amigos?
-Sí, aunque, puestos a elegir enemigos, mejor que sean tontos.


La tecla «supr»
Asegura Carmen Posadas que «la frontera entre el amor y el odio es bastante tenue. Son sentimientos extremos, y los extremos se tocan»; sin embargo, no cree que sea cierto el dicho de que el primer amor sea el único verdadero, «aunque a mí me ha pasado que al ver a esa persona al cabo del tiempo he sentido algo especial». Y, ¿cuánto de soledad hay detrás de muchos encuentros de amor? «Hay quien cree que en el amor no hay que utilizar la cabeza. A veces, el amor tiene mal gusto, y si no es la cabeza la que rige puede jugarte malas pasadas», asegura la escritora, quien deja una confesión para el final: ¿cuántas veces usaría en la vida la tecla «supr»? «Muchas», dice.


«Invitación a un asesinato»
Carmen Posadas
PLANETA
256 páginas 18 euros