Bratislava

La «peregrinación verde» pide preservar el medioambiente para «salvar la creación»

Más de una cincuentena de obispos y delegados episcopales reunidos estos días en la llamada 'peregrinación "verde"', organizada por la Comisión de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), han llegado a la conclusión de que "el medio ambiente es un motivo de preocupación y un deber compartido por todos los cristianos"y que hay que preservarlo para "salvar la creación".

Durante cinco días, que concluyeron este domingo, los miembros de la Iglesia han viajado a través de Hungría y Eslovaquia, hasta llegar al Santuario de Mariazell, en Austria, con el objetivo de abordar temas relacionados con el agua, la energía, la educación y los principios de la doctrina social de la Iglesia, en el marco de reflexión sobre el tema escogido por el Papa para el Día Mundial de la Paz 2010, 'Si quieres construir la paz, protege la creación'.

De esta forma, se ha prestado especial atención a la cuestión de la energía y la importancia de utilizar fuentes renovables como la eólica, la solar, bio-diesel o bio-masa, entre otras. Asimismo, se ha instado a abordar el problema de los residuos mediante la prevención, el reciclado y el fomento de tecnologías eficientes, a la vez que se ha reclamado una "evaluación rigurosa y exhaustiva"del impacto ambiental neto en todas las dimensiones de dichas tecnologías.

La CCEE ha presentado una serie de conclusiones "con las que hacer frente a la magnitud del reto ambiental", entre las que destaca: "el reconocimiento de que el bien de cada uno depende el bienestar de todos; el respeto del destino universal de los bienes de la tierra, rechazando todos los intentos de dominarlo injustamente; y la justicia distributiva, garantizando que los que menos contaminan, como los pobres, no sean los más afectados por las consecuencias de la crisis ambiental".

Por ello, hace un llamamiento a jóvenes, familias, comunidades parroquiales, monasterios, escuelas, seminarios y universidades, para que "renueven su compromiso con la vocación de cuidar de la casa terrenal"y, de esta forma, "fomenten la difusión, estudio y aplicación de estos principios, que ofrecen señales luminosas de esperanza para la humanidad".

La peregrinación partió de Hungría, donde los participantes acudieron a la fábrica de biodiesel de Komron, cuyo propietario, Rudi Roth, explicó los procesos de obtención de combustible sin el uso de sustancias tóxicas, a lo que siguió un viaje en barco por el río Danubio hacia Bratislava, durante el que reflexionaron sobre el agua como "un elemento de la creación rico en significado bíblico y sacramental".

En la capital eslovaca, los asistentes hablaron sobre la educación en una mesa redonda en la que tomaron parte el arzobispo local, monseñor Stanislav Zvolensk; el presidente del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, cardenal Peter Turkson; y el comisario europeo de Educación, Formación, Cultura y Juventud, Jan Figel, quienes coincidieron en apuntar que "no puede haber una ecología del medio ambiente real sin una ecología humana", de forma que "no puede haber políticas de preservación del medio ambiente que ignoren las políticas de protección de las personas".

En este sentido, monseñor Turkson, indicó que "la tradición bíblica pone de manifiesto la unidad interna y la lógica de la creación, revelada por el Creador y que garantiza la belleza y el equilibrio en el mundo". "El 'caos' y la palabra de Dios nos da 'Cosmos', por lo que el Cosmos sin la Palabra de Dios nos lleva de nuevo al caos", apostilló.

Asimismo, los presentes concluyeron que "tanto la Iglesia como los gobiernos europeos deben comprometerse aún más en el ámbito de la educación y en la protección de las personas y el ecosistema". Por último, los peregrinos se desplazaron a Austria, donde fueron recibidos por el obispo local, monseñor Klaus Küng, y el arzobispo de Viena y Presidente de la Conferencia Episcopal de Austria, cardenal Christoph Schnbornm, quien oficio la misa que dio por concluida la peregrinación.