Casa Real
Los audífonos la última vez que se habló de la salud del rey
La Casa del Rey confirmó en marzo que el Monarca utiliza aparatos para amplificar el sonido desde hace varios años para paliar una pérdida auditiva leve
Don Juan Carlos sale de una tienda de audífonos de Madrid y los «paparazzi» se hacen con la instantánea. Desde ese instante comienza a especularse sobre el estado de salud del Rey. Según informó la Casa del Rey a LA RAZÓN, el Rey hace uso de este producto que amplifica el sonido desde hace varios años para solventar una pérdida leve de audición. Aunque los periodistas que suelen acompañar al Rey en sus viajes también eran conocedores de esta situación, hasta la fecha no se ha dado cuenta de este hecho. Nada tiene que ver esta pérdida auditiva con la sordera congénita de Don Jaime de Borbón, hijo de Alfonso XIII, que renunció a la Corona en favor de su hermano Don Juan. La situación en la que se encuentra Don Juan Carlos bien podría tratarse de una presbiacusia, un tipo de sordera neurosensorial provocada por la edad. «Se manifiesta a partir de los 65 años, aunque hay predisposición en determinadas personas a sufrirla antes, normalmente por haber estado expuestos de forma permanente a ruidos en el ámbito laboral, como les ocurre a los cazadores o a quienes trabajan en el ámbito siderúrgico», explica el doctor Ignacio Cobeta, catedrático de Otorrinolaringología de la Universidad de Alcalá de Henares.
Este trastorno se presenta aproximadamente en un 25% de las personas en edades entre los 65 y 75 años de edad y en el 70 a 80% de los que tienen más de 75 años. Don Juan Carlos ya ha cumplido los 72 y entraría por tanto, dentro de este arco de población. Es para este tipo de pacientes para los que el audífono se convierte en una herramienta clave para solventar la discapacidad que sufren. Se descarta en su mayoría entrar en quirófano, una vía que suele ser más habitual en los paciendtes con una sordera conductiva. «Los audífonos pueden compensar una pérdida de 35 a 40 decibelios que es cuando una persona comienza a tener dificultades para relacionarse con los demás», comenta Cobeta que pone el límite de efectividad en «los 85-90 decibelios».
Amplitud de sonidosSin embargo, los conocidos popularmente como «sonotone» no son la panacea pues en su mayoría suelen aumentar todos los sonidos con la misma amplitud, sea la voz de la persona con la que se está conversando así como el ruido de fondo. «Sin embargo, el principal problema en la actualidad es el elevado precio, que limita en su gran medida que un anciano que sufre presbiacusia, aunque muchas autonomías subvencionan ya en parte su compra», denuncia el catedrático.
Más pequeños y más efectivosAtrás queda la imagen de audífonos antiésteticos que exigían a sus usuarios llevar el pelo largo para disimular su utilización. Así recientemente Siemens ha presentado un dispositivo conocido como Nitro, casi invisible, que está considerado el audífono más potente del mundo. Es capaz de generar volúmenes de hasta 70 decibelios, lo cual es comparable al volumen normal de un televisor.