Presos

El etarra que pida perdón a la víctima deberá ser el «autor material» del delito

La aceptación del encuentro con los terroristas partirá siempre de la víctima

El etarra que pida perdón a la víctima deberá ser el «autor material» del delito
El etarra que pida perdón a la víctima deberá ser el «autor material» del delitolarazon

MADRID- El Plan Integral de Reinserción de presos terroristas del Ministerio del Interior contempla encuentros entre los presos de ETA y sus víctimas con la idea de que los asesinos pidan perdón, pero la gran novedad es que el penado que otorga el perdón «tiene que ser el autor material o el cooperador directo del hecho delictivo».

Según el contenido íntegro de esta iniciativa, al que ha tenido acceso este periódico, los encuentros deben ser aceptados por la víctima, «que tendrá que ser la directamente perjudicada por el delito o sus allegados más cercanos». Hasta ahora no era así, sino que un etarra arrepentido podía reunirse con una víctima cualquiera. El encuentro deberá ir precedido de la «preparación necesaria» para evitar «un incremento del estado de aflicción de la víctima».

Interior argumenta que esta reparación moral «debe entenderse como una parte esencial del cumplimiento de la sanción penal impuesta, porque puede coadyuvar a conseguir el objetivo resocializador de la pena privativa de libertad». En cualquier caso, el perdón no es un requisito para acceder a este programa, sino para tener acceso a beneficios penitenciarios como el tercer grado.

«Los mecanismos para hacer posible la reparación de la víctima son, además de la reparación material, la reparación moral. Esta reparación moral enmarcada dentro de un programa de tratamiento podría alcanzar objetivos muy positivos en nuestro sistema de ejecución penal, tanto para la víctima como para los terroristas», explica este punto del programa bajo el epígrafe «Encuentros de reparación a las víctimas».

En los talleres, que se realizarán «preferentemente» en centros del País Vasco, podrán participar todos los presos que acepten de forma voluntaria e individual y que además acrediten «el rechazo a la violencia y su desvinculación de la organización criminal», sea ETA, Grapo o cualquier grupo terrorista. No obstante, los participantes podrán ser expulsados del programa si en algún momento el interno manifiesta una «actitud contraria a los objetivos de reinserción».

A juicio de los promotores de la iniciativa, el tratamiento penitenciario «tiene como objetivo general suplir las posibles carencias con las que el recluso ingresa en prisión». Por ello «se prestará especial atención a la realización de las actividades culturales, formativas y laborales que vayan encaminadas a la capacitación socio-profesional del penado, que le permitan afrontar sus necesidades futuras en la vida libre».

«A estos efectos, se podrán utilizar las fórmulas de acceso del penado a recursos externos, cuando cumplan los requisitos legalmente exigidos», indica el programa.


«Sólo» un juez puede excarcelar a etarras enfermos
Interior aseguró ayer que la competencia de excarcelación de etarras enfermos «sólo» corresponde al juez central de vigilancia penitenciaria, a propuesta de los responsables de prisiones. «Las posibilidades de que el Gobierno vasco pueda interferir en las libertades anticipadas por enfermedad, o incluso en el Programa Integral de Reinserción diseñado, es inviable por motivos de estricta legalidad», puntualizó al respecto la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.