«Quiero seguir la labor de González y Zapatero»

Así empieza la carta que ayer envió Alfredo Pérez Rubalcaba a todos los militantes de su partido para avanzarles que está dispuesto a poner toda su «capacidad, experiencia y entusiasmo» en ésta su nueva vida de candidato y pedirles ayuda.
El candidato del PSOE, que ha elegido Extremadura para rsu primer acto público el próximo sábado, intenta además insuflar ánimo a la desmoralizada tropa («no está escrito ni decidido el futuro»), pero sin ocultar la crudeza de la crisis. «Nos ha golpeado duramente, y sus efectos serán profundos. Pero no vamos a aceptar que el resultado de esta crisis sea una sociedad más injusta, más insolidaria y excluyente», prosigue su misiva. También recuerda que los socialistas han impulsado siempre las grandes transformaciones, como «el cambio democrático o las reformas sociales» y que ahora han de promover el tránsito hacia una nueva economía, más productiva, más sana y equilibrada, más capaz de crear empleo y también de garantizar la igualdad de derechos y de oportunidades. Es una forma de justificar las medidas frente a la crisis que han llevado al PSOE a su peor resultado electoral de la historia.
En todo caso, se muestra confiado en que, a pesar de las dificultades, el PSOE puede volver a ganar. Y por eso les dice a los afiliados que cree tener una «idea clara de lo que España necesita, de lo que hay que mantener y lo que hay que cambiar» y que se dispone a transmitirlo a los ciudadanos en estos meses. Y para ello esgrime que la de ahora no debe ser la campaña de un candidato, sino la de todos los socialista, para lo que que pide la contribución activa de la militancia.
La carta a los afiliados fue ayer su primera actuación como candidato, después de pasar a primera hora de la mañana por la calle Ferraz antes de ir a La Moncloa. El PSOE le ha reservado en la cuarta planta de su sede la sala Alfonso Perales –de innegable valor sentimental para cualquier social socialista– para que instale su despacho. Allí estará a «full time» desde mañana. Hasta entonces, ayer dedicó el día a las despedidas de las direcciones generales de Interior. Por la mañana, Prisiones y Tráfico; por la tarde, Policía y Guardia Civil. Mañana, su nueva vida, la más arriesgada.