CiU y PSC escenifican su pacto para sacar adelante la ley ómnibus

Los presidentes de los grupos parlamentarios de CiU y PSC, Oriol Pujol y Joaquim Nadal, comparecieron juntos en la sala de prensa del Parlament para dar cuenta de un acuerdo que ha complacido a ambas partes por motivos diferentes. A CiU porque le permite visualizar su voluntad de gobernar con «mano tendida» y al PSC porque puede presumir de haber impuesto varias de sus condiciones.
Los socialistas no presentarán enmiendas a la totalidad a las tres leyes que el Govern englobó en un principio en la ley ómnibus y, así, podrán superar el primer trámite parlamentario en el pleno de esta semana. El objetivo del Ejecutivo catalán es conseguir aprobarlas antes de que acabe el año. La primera de estas leyes pretende simplificar los procedimientos administrativos, la segunda dar agilidad a todas las actividades y la tercera dar alas a la promoción económica. «Compartimos el objetivo de dar agilidad y simplificar la vida económica en beneficio de superar la crisis», explicó Nadal.
El acuerdo entre CiU y PSC no sólo está relacionado con aspectos formales (trocear la ley, excluir los aspectos relacionados con la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales y el Consejo del Audiovisual de Cataluña), sino también con cuestiones de contenido. En este sentido, Nadal destacó que las leyes definirán los criterios en la prestación de servicios públicos (así se despejan las dudas sobre el uso privado de instalaciones que pertenecen a la administración). «Queremos preservar la calidad de los servicios públicos y asegurar su máximo rigor», subrayó el líder socialista, consciente de que ERC e ICV darán la batalla por los retrocesos en esta materia.

Los contenidos
El pacto entre CiU y PSC también significará el mantenimiento de la memoria de evaluación sobre el impacto económico y social, y la acotación clara entre lo que es la comunicación previa de actividades económicas y la declaración de responsabilidad.
Hasta aquí los contenidos. Pero del acuerdo también se desprende una inevitable lectura política. De entrada, el entendimiento entre convergentes y socialistas parece devolver la Legislatura a su casilla de salida, cuando ambos alcanzaron un acuerdo para la investidura de Artur Mas. «No hay ningún giro en el Partit del Socialistes. Éramos oposición y seguimos siéndolo. Cuando creemos que conviene, de forma contundente, pero sabemos que en los tiempos que corren la ciudadanía también espera gestos que no necesariamente tienen que ser siempre de confrontación», argumentó Nadal.
Pujol, por su parte, no quiso renegar del reciente acuerdo con el PP durante su distendida puesta en escena con Nadal. Al contrario, lo defendió. Pero también quiso destacar que el Govern es capaz de entenderse con todas las formaciones del Parlament. De hecho, los nacionalistas confían en llegar a acuerdos en las leyes ómnibus con el PP porque comparten aspectos importantes.