«Eurovegas» viaja de Barcelona a Moncloa

BARCELONA- Intentaron llevarlo con discreción e incluso secretismo. Sin embargo, ayer todos los focos estuvieron puestos en la reunión que mantuvieron representantes de la Administración catalana, del Gobierno central y empresarios con el magnate de los casinos y promotor del proyecto «Eurovegas», Sheldon Adelson. Tal y como desveló ayer LA RAZÓN, el motivo de la visita exprés del millonario estadounidense fue dar un paso más en la búsqueda de la mejor ubicación para construir su proyecto empresarial. No en vano, tanto Madrid como Barcelona pugnan por levantar este macrocomplejo lúdico que comportaría una inversión de 17.000 millones de euros y unos 260.000 de puestos de trabajo entre directos e indirectos. Fuentes de la negociación presentes en el encuentro confirmaron a este periódico que, aunque el encuentro fue «positivo», «aún no está decidido nada, ya que quedan varias semanas. Al mismo tiempo, aseguraron que «las dos comunidades tienen muchas posibilidades».

De hecho, tras más de dos horas de reunión, los responsables catalanes se mostraron más convencidos del proyecto. Fuentes de la Consejería catalana de Economía quisieron subrayar que la intención del magnate, al margen de los casinos, es también la organización de congresos, convenciones y crear nuevas plazas hoteleras que «no desentonan con la marca Cataluña» y con un determinado modelo industrial que la Comunidad de Madrid también quiere llevarse a su terreno.

No obstante, la Administración catalana es consciente de que la Comunidad de Madrid le lleva bastante ventaja, dado que las negociaciones se remontan a, al menos, dos años. No han trascendido las condiciones que Adelson pone para situar el macrocomplejo en Cataluña, ni tampoco si se ha ofrecido al magnate rebajas de carácter fiscal en la tasa autonómica sobre el juego, que en Cataluña es del 55 por ciento, aunque el Gobierno catalán sí aseguró en un comunicado que el encuentro «se enmarca en el contexto de análisis de las posibilidades, requerimientos y emplazamientos que una inversión de este tipo requiere». En este mismo contexto, se pudo saber que hasta Barcelona también se trasladó el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, designado como coordinador o portavoz del Gobierno central en las negociaciones con la empresa inversora Las Vegas Sands Corporation. De hecho, durante el encuentro, Adelson trasladó al secretario de Estado todos los detalles y requisitos que el magnate de los casinos requiere para instalar su macroproyecto en España.

La reunión en el Palau de la Generalitat fue seguida ayer muy de cerca por parte de la Comunidad de Madrid. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, que ya se reunió antes del pasado verano con Sheldon Adelson y en total ya acumulan más de cinco encuentros, aseguró que seguirá defendiendo que el complejo de ocio y negocios del magnate se instale en Madrid y no en ninguna otra autonomía, porque crearía «puestos de trabajo fijos que se quedarían en Madrid en número de 200.000», es decir, alrededor de la mitad de los parados que hay en la región. También el consejero de Economía de Aguirre, Percival Manglano, defendió ayer que las negociaciones para la instalación en Madrid del complejo de ocio y de congresos «Eurovegas» siguen adelante también en la Comunidad e incluso confió que «puedan cerrarse en fechas próximas». Manglano adelantó que el Gobierno regional ya está «en disposición de poder aprobar» mientras que con respecto a otros hay que «seguir hablando» con el grupo inversor.

EL DATO
Un encuentro de «alto standing»
Eran las 15:45 cuando Sheldon Adelson cruzó la puerta del Palau de la Generalitat.
La reunión pertenecía, según fuentes del Gobierno catalán, a la agenda privada del presidente, pero finalmente fue un encuentro de lo más concurrido. Junto a Adelson estuvieron (por orden en las fotografías) el presidente catalán, Artur Mas; el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz; los consejeros de Economía y Fomento de Cataluña, Mas- Colell y Recoder, y los empresarios Isak Andic, de Mango; Marc Puig, de Puig, y Carles Vilarrubí, vicepresidente del Barça.