Guardia Civil

Desmantelada en la Cañada Real una red especializada en el robo de vehículos

La Guardia Civil y la Policía Municipal de Madrid han detenido a 19 presuntos integrantes de una organización criminal especializada en el robo de vehículos para su desguace y venta por piezas y que tenía su centro de operaciones en la Cañada Real Galiana.

En el transcurso de esta operación, denominada "Barbacoa"y que ha servido para esclarecer más de 40 delitos relacionados con el robo de vehículos, el pasado 25 de septiembre fueron practicados quince registros, doce de ellos en viviendas de la Cañada Real y el resto en Chinchón, San Martín de la Vega y la localidad toledana de Seseña.

Los agentes se incautaron en estos registros de varios coches y una motocicleta robados, gran cantidad de motores y cajas de cambio, tres escopetas robadas, medio centenar de centralitas de automóviles, documentación de vehículos sustraídas, radios de coches, ropa nueva etiquetada y un maletín con equipo de enfermería, entre otros efectos.

Las investigaciones se iniciaron el pasado julio gracias a las informaciones recopiladas por los agentes adscritos a la Unidad Central de la Policía Municipal de Madrid, quienes pusieron en conocimiento de la Guardia Civil la posibilidad de que se estuvieran cometiendo acciones ilegales con vehículos robados.

A partir de ese momento, comenzó una investigación conjunta coordinada por el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid y así se constató que se trataba de un grupo organizado, dedicado al robo de vehículos, cuyos miembros los transportaban a una zona próxima a sus viviendas, en la Cañada Real.

No obstante, en algunas ocasiones dejaban los vehículos aparcados en calles de Madrid y no los llevaban a la Cañada Real hasta pasados unos días.

Los sospechosos fueron sometidos entonces a vigilancias, a través de las que los agentes descubrieron que los miembros de la organización estaban divididos en dos grupos, cada uno de ellos con una cabeza visible.

Uno de los grupos lo encabezaban J.F.P. y E.V.R. mientras que el otro grupo lo lideraba M.E.U. y los tres eran los encargados de organizar los robos y de elegir a sus acompañantes.

Antes de dar un golpe, adoptaban numerosas medidas de seguridad, llegando a utilizar vehículos lanzadera para eludir la acción policial y para los robos utilizaban centralitas específicas para la sustracción, inhibidores de frecuencia y personas que hacían labores de vigilancia.