Una encuesta de Mas concluye que el 511% apoyaría la independencia

BARCELONA- La idea de Artur Mas de poner rumbo hacia Ítaca (la Cataluña independiente del imaginario soberanista) ha acabado seduciendo a la mitad de los catalanes, según el barómetro de verano que ayer publicó el Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat. Si hoy se celebrara un hipotético referéndum, el 51,1 por ciento de los catalanes elegiría la papeleta del «sí» a a la independencia. Mas suma otro argumento a favor de su teórica «transición nacional».

Desde febrero, los soberanistas han crecido siete puntos. Por el contrario, los que rechazan que Cataluña tenga un Estado propio son un 21,1 por ciento, tres puntos menos que hace cuatro meses. También son menos los que se abstendrían, otro 21,1 por ciento. Un 29 por ciento de los votantes del PSC y un 8,8 por ciento de los del PP se declaran soberanistas.

Además, por primera vez en la historia del sondeo, que empezó a publicarse en 2006, quienes prefieren que Cataluña tenga un Estado propio (34 por ciento) superan a los que quieren que se integre en una España federal (28,7 por ciento) y a los que defienden el Estado de las Autonomías (25,4 por ciento).

Aunque el 55,5 por ciento considera que si Cataluña fuera independiente el nivel de vida de los catalanes sería mejor que ahora, la mayoría, un 37,3 por ciento, se siente tan catalán como español. El 22,7 por ciento admite que sólo se siente catalán y el 30,2 por ciento, más catalán que español.

En el documental de TV3, «Adéu Espanya», que explicaba que la independencia «es viable», los catedráticos Germà Bel y Montserrat Guibernau auguraban que la sentencia contra el Estatut engendraría más independentistas. Al recorte estatutario, hay que sumar la crisis económica. El director del CEO, Jordi Argelaguet, incidió ayer en que el sondeo se hizo una semana antes de anunciarse el préstamo bancario y alertó de que los independentistas seguirán creciendo con decisiones como el fallo del Tribunal Supremo sobre el modelo lingüístico escolar.

El mensaje del Govern de que a Cataluña le iría mejor sin España ha cuajado. Además, el 76,5 por ciento de los ciudadanos apoyan el pacto fiscal. Pero si la crisis ayuda a apuntalar el discurso de la transición nacional de Mas, por otro lado pasa factura al partido de gobierno. Los recortes erosionan el apoyo electoral a CiU que perdería dos escaños en el Parlament y se quedaría en 60 diputados. La pérdida es menos dolorosa tras comprobar que el PSC no levanta cabeza, obtiene 25 diputados. El PP, que gobierna en Madrid y apoyó los presupuestos de Mas, registra una leve caída, se queda con 16 diputados. ERC (15-16) e ICV (12-13) se recuperan.