Quito

Rafaelillo: «No hay triunfo ni gloria que no se pague con sangre»

Rafael Rubio «Rafaelillo», torero forjado en las batallas duras, se encuentra más recuperado del percance que padeció en Quito (Ecuador) a principios de diciembre. Con la moral intacta pese a las heridas, el murciano repasa lo que ha supuesto para él esta temporada, la de su eclosión como espada a tener muy en cuenta en los ciclos importantes, y reflexiona sobre lo que puede aportar en el próximo ejercicio.

 
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–¿Cómo se encuentra del percance?
–Ya me han quitado los puntos y ahora me toca recuperar la masa muscular con carrera y ejercicio, pero eso empezaré a hacerlo la semana que viene. El doctor Robles y su equipo me han hecho que ya esté a un 80 por ciento después de los malos momentos vividos después de la cornada. Perdí mucha sangre y la herida tenía mala pinta, pero tras la preocupación llegó la calma cuando en la clínica me estabilizaron.

–Recibir una cornada tan lejos de los suyos es aún más duro.
–En la distancia todo se acentúa más, y hay que sumar que no conoces lo que te puedes encontrar allí y si se dan las condiciones idóneas para solventar una circunstancia tan grave.

–En España también le han dado bastante los toros.
–Soy consciente de que las cornadas están ahí para todos y tarde o temprano te llegan. Hasta el percance en Ecuador me habían cogido, pero sin herirme de una forma tan grave. Los toros te hieren y te pueden quitar la vida, para los toreros no hay triunfo ni gloria que no se pague con sufrimiento y sangre. También hay que ser consciente de que no será la última, que quedan más por venir y habrá que superarlas con entereza.

–¿Volverá a principios de año a América para quitarse este mal sabor de boca?
–No, la de Quito fue la última corrida de mi temporada. Ahora toca recuperarme en casa junto a mi gente, disfrutar de las navidades y mentalizarme de cara a 2011.

–¿Cómo afectarán las heridas a su preparación este invierno?
–No creo que me impidan seguir con mi planteamiento inicial. La recuperación va muy bien y en nada podré estar en el campo cogiendo de nuevo el sitio. Peor hubiese sido que la cornada, en lugar de en diciembre, me la hubiese cobrado en julio o agosto, porque entonces habría roto el buen ritmo de esta campaña.

–Hablando del presente ejercicio. ¿Qué es lo que ha supuesto para Rafaelillo?
–Ha sido el más importante de mi carrera, tanto en el número de festejos, como en triunfos. Aunque los fallos con la espada me han truncado algunas tardes de éxito.

–Sobre la actualidad, ¿qué ventajas piensa que traerá el cambio de Interior a Cultura?
–Es un paso importante e histórico, porque por fin se nos reconoce como artistas. Por otro lado están los aspectos económicos, mucho más favorables para los empresarios. Pero lo verdaderamente importante es que la Fiesta quede protegida ante nuevos ataques.