
Sevilla
«Si se cierra El Cerezo no hay zona azul»
El portavoz vecinal advierte al Ayuntamiento: «El suelo es nuestro por escrituras; si ponemos barreras, como el resto, tendríamos aparcamiento garantizado»

SEVILLA- «Apostaría a que a quien se le ha encendido la luz recaudatoria no sabe que hay cinco barriadas alrededor del hospital en las que no se puede entrar». Así de tajante se muestra el presidente de la asociación de vecinos El Cerezo, Andrés Aranda, conocedor de cada palmo de su barrio y de sus necesidades, y que tiene muy claro que una de ellas no es la zona azul. La mayoría de manzanas han optado por un cerramiento con barrera para reservar el estacionamiento en superficie a los residentes. Todas en la zona de influencia del Virgen Macarena, con un constante fluir de personas entre trabajadores y visitas de enfermos.
«Nunca hemos ejercido nuestro derecho a esa opción porque el barrio tiene una condición particular: que es el más comercial del Distrito Macarena, con 165 establecimientos abiertos, a donde vienen cada día un millar de personas a trabajar», detalla Aranda, que desconoce las intenciones municipales en este sentido. En la Junta de Distrito celebrada el 23 de diciembre sólo les avanzaron que Movilidad «está estudiando» la manera de implantar la zona azul. Sin embargo, el delegado del Distrito, Enrique Lobato, les aseguró que «no lo van a realizar». «Nos dijo que no nos preocupáramos», mantiene el portavoz.
La respuesta que fuentes del Consistorio han dado a LA RAZÓN de Sevilla es que, de momento, esa opción está «en estudio». También su extensión a los alrededores del hospital Virgen del Rocío y de la Ronda Histórica. No hay nada, por tanto, definido y a pesar de ello la «bomba» se soltó en diciembre, tras eliminarse los aparcamientos rotativos de la ORA en la zona centro por la entrada en vigor del «blindaje» al tráfico privado. Doctor Fedriani, Leal Castaño y Sánchez Pizjuán serían las vías susceptibles de ser reguladas en El Cerezo. «Alrededor del Macarena estaría muy limitado; a otras zonas es imposible extenderla porque está restringido», explica. Aunque la medida podría beneficiar a los residentes si se eliminaran todas las barreras, los afectados lo ven poco probable porque el suelo es propiedad privada. «Necesitamos saber cuántos aparcamientos habrá. Somos 1.050 pisos y 714 plazas para estacionar, si lo cercáramos tendríamos suficiente para cubrir nuestras necesidades», advierte. En principio, insiste en que no manejan esa alternativa para no perjudicar al pequeño comercio, pero no verían otra opción si el Ayuntamiento los «acorrala». «El suelo, por escrituras, es de los vecinos, aunque no hayamos hecho uso por el impacto económico negativo porque somos un gran supermercado abierto», dice orgulloso.
Las muchas interrogantes abiertas le hacen suponer que en realidad se trata de «un globo sonda» para tantear a los afectados. Por si acaso, El Cerezo ya ha hablado.
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