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«No somos socialistas pero tampoco somos sus mascotas»

La Razón
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El cuartel general de los rebeldes «rojos» está protegido con telas y plásticos, sacos de arroz y cortinas de bambú. Se trata de un blindaje aparentemente ridículo ante los proyectiles de los militares, pero cumple su función, ya que evita que los francotiradores del Ejército sepan quién transita por su interior. Uno de ellos es Daveng Toyirakarn, uno de los líderes de las protestas. «Hagamos la entrevista ahora mismo porque mañana quizá ya no esté vivo», explica a LA RAZÓN. –Vuestra gente está cansada. ¿Cómo vais a resistir?–Tenemos que hacerlo. Dicen que somos terroristas, pero en estas fotos (muestra recortes de periódicos tailandeses) se puede ver que las víctimas son civiles. Ellos son los asesinos, los francotiradores que disparan a la cabeza de mujeres y niños desde los tejados. –La Cruz Roja quiere evacuar a ancianos, mujeres y niños antes de que el Ejército entre. –Puedes ver que todo el que se quiera ir puede hacerlo. Damos total libertad para ello, pero muchas familias han venido a la ciudad con sus hijos y no tienen dónde dejarlos. Si se llevan a los niños, se irán también ellos y nos debilitaremos. –¿A dónde quieren llegar con esta ocupación?–Queremos acabar con una injusticia y una dominación que dura décadas. Han tratado a los campesinos como animales. Valemos menos que sus mascotas. El campesinado tailandés es sumiso y baja la cabeza cuando le chillas. Pero la gente por fin ha despertado, queremos dejar de ser animales y vivir en un país democrático de verdad. –Algunos los acusan de querer construir un gobierno populista, de corte socialista, con el magnate y ex primer ministro depuesto (exiliado en Londres) Thaksin Sinawatra de caudillo. –Defendemos el capitalismo y el libre mercado. No somos socialistas, tampoco sus mascotas. Sólo queremos que los pobres tengan derechos democráticos y un Gobierno que los represente, más humano y más social.