Londres

Que empiece el espectáculo

«Ahora estamos mejor», anuncia Arsene Wenger. Y lo hace pensando en la temporada pasada, cuando el Barça, en la misma competición aunque una ronda después, en cuartos, pasó por encima de su Arsenal en el Camp Nou gracias a cuatro goles de Leo Messi.

Cesc Fàbregas, el líder y capitán del Arsenal, en el entrenamiento de ayer
Cesc Fàbregas, el líder y capitán del Arsenal, en el entrenamiento de ayerlarazon

Hay un cambio al menos de mentalidad. No hay miedo aparente. «Messi es sólo un gran jugador y lo ha demostrado», afirma el defensa Djourou. En la ida de aquella eliminatoria, en el Emirates, Wenger vio una de las mejores primeras partes del equipo de Guardiola, aunque después empataran a dos. Wenger vio seguramente lo que le gustaría para su equipo. Porque el Arsenal es como el hermano pequeño del Barcelona: ambos quieren la posesión, ambos miman el balón con un pase tras otro, ambos juegan más por dentro que por las bandas... «Somos los más atractivos para el espectador», piensa Busquets. Pero al Arsenal se le resisten los títulos y si gana al Barcelona puede quitarse el complejo. «Si lo logramos, tenemos una buena oportunidad de conquistar la "Champions"», asegura Wenger.

El entrenador francés es el responsable de que el Arsenal y el Barça se parezcan. Durante casi toda su vida el equipo londinense era conocido como el «boring, boring (aburrido, aburrido) Arsenal». «Esa reputación, desgraciadamente, no es tan mitificada como querríamos que fuese», reconoce el famoso escritor e hincha «gunner» Nick Hornby en su novela sobre el Arsenal «Fiebre en las gradas». Con Wenger llegó la catarsis, la diversión, el balón al césped y no por los aires, los pases en lugar de las patadas, tres títulos de Liga, pero desde 2005 el conjunto inglés no ha ganado nada y han llegado las dudas. «Si no vendieran cada año a jugadores para pagar el "Emirates"(el estadio que sustituyó a Highbury en 2006), ganarían la "Premier"cada temporada», apunta Guardiola como posible causa.

 Quizá sólo hay una cosa que el hermano mayor anhele del pequeño: Cesc Fàbregas, el capitán del Arsenal, el jugador más joven en debutar con la camiseta «gunner», aunque criado en el Barça, donde desea volver la próxima temporada. En realidad ya quiso ésta. Es un partido de mucha presión para él, incómodo, contra grandes amigos suyos de la infancia y de la Selección.

El club le protege e incluso no le sacó ayer a conferencia de prensa. Cesc es el líder y a su lado estarán Nasri, que se ha recuperado milagrosamente, o Van Persie, el gran ausente la pasada temporada y que ahora está como un tiro. Es un falso «9», como Messi en el Barça. Más puntos de similitud.

Guardiola anda preocupado por el cansancio de sus jugadores. Viajó ayer mismo a Londres y no se entrenó en el escenario del partido. Pondrá a su equipo de gala, excepto al lesionado Puyol. El espectáculo está asegurado esta noche en el Emirates.


Alineaciones

Arsenal: Szczesny; Eboué, Djourou, Koscielny, Clichy, Song, Wilshere, Cesc, Walcott, Arshavin y Van Persie.
Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Abidal, Maxwell, Sergio Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro, Villa y Messi.
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia).
Estadio: Emirates.