El derbi de Champions

Navarra
Madrid-Militantes de Batasuna, o, en su caso, de otros grupos del entramado de ETA, «toman» materialmente los pueblos o barrios de ciudades donde se celebran las asambleas de esta organización ilegal, con el fin de tratar de detectar la presencia de agentes policiales. Esta labor de seguridad interna se encarga a individuos que viven en esas localidades que, por conocer a sus vecinos, pueden advertir mejor la presencia de personas extrañas.
Gorka Zabala Cia, que se encuentra en prisión desde el pasado sábado por orden del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, explicó, en su declaración a la Guardia Civil, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, cómo se organizan las asambleas de Batasuna, de la que era responsable en Pamplona con un «sueldo» de 900 euros al mes que le pagaba en efectivo la propia organización proetarra.
Comisariado político
Señaló que las asambleas son de tres tipos: «Las de nivel interno de coordinación de Batasuna; las generales de Batasuna y las de coordinación de la izquierda abertzale». A estas últimas, asisten miembros de Ekin, el comisariado político de ETA y representantes de los otros grupos del entramado y, en ocasiones, el sindicato LAB.
Sobre las medidas de seguridad, Zabala informó a la Benemérita de que «para todas las reuniones tenemos como norma no llevar teléfono móvil y no aparcar el vehículo en las proximidades del lugar de reunión. Concretamente, en las asambleas de Batasuna se forma un dispositivo compuesto por personal del partido del pueblo en el que se realiza la reunión, con el fin de detectar posible presencia policial».
«El hecho de que sea personal del pueblo se debe a que su presencia no resulta extraña, conocen la zona y reconocerían más fácilmente a personas ajenas a ese pueblo», agregó.
La adopción de medidas de seguridad es una prueba más de que Batasuna, pese a su ilegalización, se mantiene plenamente activa, aunque ahora actúe bajo la pantalla de la «izquierda abertzale», como, de alguna manera, hizo durante el período anterior a las pasadas elecciones municipales, en las que consiguió colar un gran número de candidaturas, tanto en el País Vasco como en Navarra.
Transporte público
En el auto dictado el pasado sábado por el juez Grande-Marlaska, se enumeran las medidas de seguridad que adoptan Batasuna y las otras organizaciones, para las reuniones: no concretar telefónicamente detalles de dónde van a tener lugar, ya que quedan convocadas en la que se celebra con anterioridad; emplear transporte público o vehículos no habituales; no llevan nunca el teléfono móvil; observar detalladamente el entorno, tanto al llegar como al salir; realizar itinerarios o paradas ilógicas, contramarchas, cambios de velocidad; abandonar el sitio con varios minutos de diferencia y por separado; y no utilizar siempre el mismo local.
La operación que ha dirigido el citado magistrado ha supuesto, según fuentes antiterroristas consultadas por este periódico, la desarticulación de la «bizkar hezkurra» («columna vertebral») de Ekin en Navarra.
Lejos de permanecer inactiva, como pretenden hacer creer los miembros de su entramado, ETA, que tiene voluntad de continuidad, dedica parte de sus esfuerzos a reorganizar los mecanismos de control de todas las organizaciones de su entorno. Para ello, se vale de los militantes «desdoblados», que forman parte de Ekin y, a la vez, de otro grupo, como Batasuna, Segi, Askatasuna, etcétera. La banda, según las citadas fuentes, quiere asegurarse el papel de «vanguardia y garante» de todo el Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) y obtener información directa de lo que ocurre en su seno.
Objetivo táctico
El objetivo táctico en el que trabaja el «complejo» es el de lograr que sus candidaturas estén en las elecciones del 22 de mayo. Todos los movimientos, incluidos, por supuesto, los comunicados de alto el fuego y las declaraciones de dirigentes proetarras, en las que se asegura que los atentados se han acabado para siempre, persiguen este fin.
Sin embargo la realidad, los datos obtenidos en esta operación policial y la propia actividad de ETA en Francia indican justamente lo contrario.
«Comisarios» desdoblados
- La doble militancia le sirve a ETA para controlar y dirigir todo su entramado.
- Unai Fano fue miembro de Ekin desdoblado en Batasuna. Consiguió escapar cuando iban a detenerle y se integró en ETA.
- Otro caso es el de Jon Salaberria. Durante años, fue el responsable de la ejecución en Batasuna de las instrucciones de ETA, vía Ekin. Para ello, se comunicaba directamente con el «aparato político» de la banda, del que luego formaría parte.
- Arnaldo Otegi fue candidato a entrar en KAS, antecesora de Ekin, como desdoblado. Sin embargo, se consideró que su papel en Batasuna era suficiente.
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