Actualidad
«Habría que regular la comparencia ante la Justicia de la Casa Real»
–¿Le parece razonable que la Casa Real quede al margen de la Ley de Transparencia?
–Me parece razonable que la Ley de Transparencia que prepara el Gobierno no se aplique a la Casa del Rey porque se trata de controlar a las Administraciones Públicas, y el Rey es un poder del Estado que ahorma a todos los demás y que organiza su Casa de acuerdo con una cantidad presupuestada y
desarrolla unas funciones. La Constitución establece esto y su actuación, que tiene que ser de mediación, tiene que tener el resultado que se busca. Por tanto, que se excluya a la Casa Real de la Ley de Transparencia me parece lógico.
–¿Debería haber una normativa que clarificara más el desempeño de los distintos miembros de la familia real?
–No lo veo muy necesario. Sí que veo lógico establecer algún sistema para la comparecencia ante la Justicia. Quizá eso no se tuvo en cuenta en la Constitución. Si cualquier diputado nacional tiene que ser juzgado por el Tribunal Supremo, y los diputados autonómico son juzgados por el Tribunal Superior de Justicia de su comunidad, sí que habría que establecer algún sistema al respecto en este asunto, me parece razonable, pero no creo que haya que hacer un estatuto de la Casa Real.
–En los últimos meses hemos visto una gran cantidad de gestos de apoyo hacia la figura del Rey. ¿Está en un momento tan delicado que hace falta esa expresión pública de apoyo?
– Con el discurso que hice en el Congreso y en Cádiz quise recalcar la deuda que tenemos todos los españoles, los políticos y la Constitución, con la monarquía. Y desde un punto de vista personal lo hice por la abnegación que ha tenido el Rey todos estos años a su tarea. Así lo creo, y siempre lo he dicho en discursos a título personal. Pero eso no tiene nada que ver con que esté en una situación mejor o peor.
Elecciones
«No hay que leer los resultados en clave nacional»
–¿Considera el resultado de las elecciones andaluzas y asturianas como la primera factura que pasan los españoles a las medidas del Gobierno de Mariano Rajoy?
–No lo veo así. Hay que mantener la perspectiva sobre lo que ocurrió el domingo. El Partido Popular, por primera vez en unas autonómicas en Andalucía, ha ganado las elecciones, aunque es una victoria insuficiente para poder gobernar. A veces perdemos la perspectiva y parece que no se hubieran ganado las elecciones, como si ese 50-47 conseguido no existiera.
Posiblemente no vamos a gobernar; ésa era nuestra esperanza, pero no hay que olvidar de dónde veníamos y el resultado obtenido. No creo que este resultado sea consecuencia de cómo han evolucionado las cosas a nivel nacional. Si no que el resultado es cosa de Andalucía, una tierra donde el Partido Popular ha mejorado mucho, pero no lo suficiente como para gobernar. Por eso yo no sacaría de ahí consecuencias de carácter nacional.
–Desde el PSOE sí que se ha sacado esa lectura y se ha dicho que estos resultados hay que interpretarlos en clave nacional, como una desautorización al proyecto y al plan de reformas de Rajoy. ¿En qué medida puede ser cierto o se trata de una interpretación política?
–Soy respetuoso sobre las interpretaciones políticas, pero no yo no lo veo así. Naturalmente, todo influye.
Las medidas que toma el Gobierno de la nación, en su carácter reformista, también estaban en juego en estas elecciones. Pero nosotros mismos insistimos en ponerlo encima de la mesa porque ése es nuestro mensaje y no queremos ocultarlo.
El resultado es el que es, y hemos ganado al Partido Socialista en Andalucía en estas elecciones, pero los escaños no son suficientes como para poder gobernar. Por tanto, yo no llego a la conclusión que hacen desde el PSOE.
Italia
«En ningún momento mario monti quería hacer un ataque contra España»
–¿A que atribuye usted el ataque de Mario Monti (primer ministro italiano) a España este fin de semana?
–Yo creo que a veces las palabras se sacan de contexto. Probablemente Monti esté hablando de la situación de Italia, la situación de Europa en general. Monti, que es una persona que ha sido comisario y profesor, ha hecho un comentario más o menos acertado –yo creo que no lo era– pero no es un comentario malintencionado, es una opinión personal. Estoy hablando a título totalmente personal. No creo que fuera mal intencionado lo que ha dicho, y él, que es un hombre con una gran experiencia, gran conocimiento y también primer ministro, se ha dado cuenta de que es un error, ha cambiado, salió y corrigió su declaración porque, insisto, en ningún momento él quería hacer ningún ataque contra España, ni hacer ningún calculado movimiento político, sino más bien es una expresión que utiliza y que luego se da cuenta de que es bastante errónea.