Cataluña

Rajoy replica a Mas que la prioridad es crear riqueza y no el pacto fiscal

Mariano Rajoy deseó ayer ser Artur Mas, aunque no para que le griten «guapu», porque eso ya se lo dicen las señoras en los numerosos mercados que visita cada mes, como parte de su estrategia de recorrer el territorio para llegar a la Moncloa.

Rajoy fue el protagonista ayer de las jornadas del Círculo
Rajoy fue el protagonista ayer de las jornadas del Círculolarazon

Anheló emular a Mas para volver el año que viene a la XXVIII reunión del Círculo de Economía como presidente, en su caso del Gobierno. Mas y Rajoy son dos habituales de esta cita económica que cada año, desde hace 27, celebra el empresariado catalán. El primero, se ha estrenado en esta edición inaugurando el encuentro como presidente de la Generalitat. Rajoy, que ha venido hasta siete veces, espera que a la octava vaya la vencida. Por si las encuestas que, hoy por hoy, sitúan a Rajoy en La Moncloa se cumplen, Mas le dejó un mensaje anteayer: ligó un hipotético apoyo al futuro Gobierno a la consecución de un pacto fiscal para Cataluña. Rajoy le respondió ayer. Le dijo que primero toca recuperar la economía y crear empleo, y, luego, «ya veremos».

Responsabilidad de todos
«No nos engañemos», dijo, «el objetivo hoy es crecer y crear empleo». «El crecimiento económico es una prioridad a la que hemos de dedicarnos», insistió, subrayando la primera persona del plural para involucrar a los presidentes autonómico en sus planes para reactivar la economía. Para que no se disgustara ninguno de los empresarios allí presentes, argumentó el porqué de sus prioridades. Trasladó que una reactivación de la economía repercutirá en la mejora de las finanzas catalanas porque se incrementará la recaudación de tributos como el IRPF, el IVA y los impuestos especiales, que gravan productos como el alcohol y el tabaco. Recordó también que el gobierno catalán, tras la reforma del Estatut, recauda el 50 por ciento de los impuestos sobre la renta y el IVA y el 58 por ciento de los impuestos especiales.

Rajoy incidió en que la creación de empleo y el crecimiento económico pueden ayudar a reducir el déficit fiscal y presupuestario. Y aprovechó la presencia de consellers del gobierno catalán para repetir su última propuesta de corte autonómico. Se trata de una nueva ley de estabilidad presupuestaria que establezca techos de gasto y de endeudamiento para las Comunidades Autónomas. Incluso propone blindar constitucionalmente el gasto regional, tal y como ha hecho Alemania y está haciendo Francia. Rajoy anunció que si gana las elecciones generales hará un gobierno con los mejores, frase que recuerda a lo dicho por Mas antes de formar su equipo. La propuesta no es original del de CiU, es más bien de cajón que todo presidente quiere incorporar a los «mejores» en su equipo. La gracia fue que el líder del PP dijera en un auditorio a rebosar que «a lo mejor se lo pido a alguna o algunas personas que están aquí», teniendo al lado, en calidad de presidente del Círculo de Economia, a Josep Piqué. Todas las miradas se dirigieron hacia el ex ministro del Gobierno de Aznar, que optó por esbozar una sonrisa.

La comisión parlamentaria nace con diferencias
La comisión de estudio del pacto fiscal quedó constituida ayer en el Parlament, integrada por trece diputados designados por los grupos y cinco representantes del Govern. Aunque con ganas de no perder el tiempo, ya en el primer encuentro quedó patente que el consenso para lograr un nuevo modelo de financiación –se han fijado tener una propuesta antes del 31 de octubre– va a ser complicado. El secretario del Govern, Francesc Homs, animó a trabajar por un sistema de financiación que «liquide el déficit fiscal y que conduce a situaciones absurdas como la actual, en que Cataluña no dispone de suficientes recursos cuando podríamos tenerlos». El diputado del PP Enric Millo pidió que las propuestas «fuesen realistas» y explicó que acuden con actitud «positiva y constructiva» a esta comisión. ERC ya reivindicó ayer que el nuevo modelo debe seguir el concierto vasco, línea también defendida por Solidaritat.