Educación

Zonificación

La Razón
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Una que tiene un puñado de hijos, siempre había pensado que el mejor colegio era el que estaba más cerca... Pero la experiencia enseña y, por mucho que nos empeñemos, eso no es así. Y no lo es, no sólo porque no todos los colegios, sean públicos, privados o concertados son iguales –que realmente no lo son y dependen muchísimo del alma de quien los gestiona–, sino porque no hay colegios, hay niños, y cada niño requiere un centro determinado para desarrollarse mejor y potenciar mejor sus capacidades. Habrá quien me diga que hay lugares en los que hay una escuelita de pueblo, y de casualidad, y que no existe opción para la elección. Efectivamente. Pero cuando se puede escoger y hacerlo en algo tan importantísimo como es el colegio de un hijo, hay que pensárselo muy bien y saber que su educación, sin duda, determinará su vida. Por eso me parecía un error el hecho de que, hasta ahora, sólo se pudiera optar a un colegio público por proximidad y encuentro un absoluto acierto que Esperanza Aguirre haya decidido eliminar la zonificación. Está claro que tendremos más posibilidades de elegir lo mejor en sí mismo o sencillamente para nuestros hijos... Aunque también de equivocarnos. Para los existencialistas la libertad es una carga y está claro que aprender a decidir no es sencillo –y si no que se lo pregunten al famoso asno de Buridán que no supo si comer o beber primero y se murió–, pero pese a todo a mí me gusta sentirme libre y, en mis cosas y en las de mis hijos, prefiero equivocarme yo a que me las impongan los demás.