Jugando con Sortu

Lo dijeron para tranquilizarnos, pero es lo más inquietante que he oído en mi vida: el Supremo agotaría el período que marca la Ley para dictar sentencia sobre Sortu y, así, el Constitucional no dispondría de tiempo para atender el recurso de amparo que el partido de ETA presentará contra el previsible fallo de ilegalización. ¿Qué nos estaban diciendo con eso? ¿Que el Supremo no se fía del Constitucional o -peor aún- que éste no es de fiar y puede avalar la participación electoral de ETA? ¿Nos estaban diciendo que, para sacar a ETA de las instituciones vascas, hay que andar burlando al Constitucional o que los dos altos tribunales están jugando al escondite y a «Santa Rita, Rita, la ilegalización que se da no se quita»?

Para tranquilizarnos más todavía, después se nos ha dicho lo contrario -que habrá tiempo para que el TC se pronuncie- y Conde Pumpido advierte de que Batasuna tiene un plan B y otro C.
Se nos presenta, de este modo, la ofensiva electoral de ETA como un juego de ajedrez. Pues, de ser así, lo lógico es que el Gobierno no sólo tenga también plan A y B sino 29 planes hasta la Z de Zapatero.

Porque ya no se trataría de salvaguardar la democracia sino de no quedar como tontos ante un jaque mate del terrorismo. Y nunca mejor dicho lo de «mate».