Si hay algún adjetivo que a Alicia Sánchez-Camacho le gusta que los ciudadanos relacionen con el PP es el de «responsable». Por «responsabilidad», el PP apoyó a CiU para que pudiera sacar adelante los presupuestos de 2010 y 2011. Y por «responsabilidad», el PP ayer no se sumó a la huelga. Sánchez-Camacho fue la única candidata que no suspendió los actos de campaña porque la huelga «no va a solucionar nada» y «hay que seguir trabajando para sacar a Cataluña de la crisis». La candidata popular mantuvo su agenda. A las 9.00 horas estaba ya dando una conferencia en el foro Primera Plana que organiza «El Periódico». Trasladó dos mensajes a los empresarios que participaban en el encuentro, que el PP no es responsable de los recortes del gobierno de Artur Mas y que su reforma del modelo autonómico defiende un autonomismo diferencial para Cataluña. Esto es consensuar un modelo de financiación singular para Cataluña, que respete el principio de ordinalidad y de una solidaridad finalista. Contrariamente a lo que dicen desde CiU o el PSC, insistió en que la defensa del modelo autonómico que plantea el PP, que pasa por revisar competencias para evitar duplicidades no es sinónimo de recentralizar. Defendió que «Cataluña no debe renunciar a ninguna competencia de las que dispone, sino mejorar su gestión». Una vez más, abogó por que «son muchos los empresarios como José Manuel Lara que no están a favor de la independencia» e insistió en que una mejora del modelo de financiación aplacaría el auge soberanista.
Si bien no canceló la campaña, Sánchez-Camacho se vio obligada a modificar la agenda. En vez de subirse al autocar de campaña, que luce hermoso el cartel del PP, para desplazarse a Mataró, se quedó en la ciudad. Lo que peor le supo del cambio de planes fue no poder llevar a su hijo Manuel al «Happy Parc», donde pequeños de la familia popular Clara Fernández-Díaz, Eugenia Mulleras, Marco Villagrasa y la «troupe» de los Montserrat, los seis nietos de Dolors Montserrat, que llegaron en una furgoneta de la empresa familiar «Wine & Spirit Montserrat», se lo estaban pasando como les toca, como enanos. «Se lo había prometido a mi hijo», lamentó Sánchez-Camacho, «pero como había manifestación en paseo de Gràcia y nosotros vivimos cerca, era muy arriesgado venir».

 Antes de darse una merendola con bocadillos de nocilla y coca-cola (fiesta grande), expuso sus propuestas para la familia. Con los 1.900 millones que el Govern destina a subvenciones ideológicas y que el PP quiere redirigir a política sociales, propone ayudas para pagar el alquiler a aquellas familias en la que los progenitores estén en paro, costear las fiambreras, y ayudas para la maternidad y las familias numerosas. Como no, defendió una educación trilingüe, en castellano, catalán e inglés, «como la que tienen los hijos de los convergentes».