Copa del Rey

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Sevilla y Deportivo no fallan y se clasifican para cuartos de final

El Sevilla selló en La Rosaleda su pase a los cuartos de final de la Copa del Rey (ahora espera con el factor cancha a su favor a Villarreal o Valencia, que se enfrentan esta tarde) merced a un incontestable 0-3 ante un Málaga menos fiero de lo esperado.

El delantero brasileño del Córdoba, Charles Dias Barbosa (i), intenta rematar ante el defensor portugués del Deportivo de la Coruña, Ze Castro
El delantero brasileño del Córdoba, Charles Dias Barbosa (i), intenta rematar ante el defensor portugués del Deportivo de la Coruña, Ze Castrolarazon

Los «petrodólares» del jeque Al-Thani quizá revitalicen al cuadro blanquiazul, si bien por lo visto en la inusual tarde de Reyes en la capital de la Costa del Sol la revolución y sus presumibles consecuencias positivas son todavía una quimera.

No tardó Manuel Pellegrini en intentar promocionar esta particular «era del cambio». Con Baptista en la grada, aún sin «transfer», tres de las cinco incorporaciones «exprés» formaron en el once inicial (Asenjo, Demichelis y Camacho), mientras que la cuarta (Maresca) jugó tras el descanso.

Justo cuando todavía campeaba en el marcador un empate a cero que, en resumidas cuentas, venía a responder a lo visto sobre el terreno de juego. En él, el Sevilla supo capear el previsible temporal propuesto por su contrincante en el arranque y, a partir de ahí, administrar el control de la pelota en aras de una cadencia más pausada. Acorde, al fin y al cabo, a sus intereses, granjeados en la recta final del envite de ida (5-3) gracias a la inspiración de Romaric. Sin duda el hombre de la eliminatoria, por cuanto el costamarfileño firmó la remontada en el Sánchez Pizjuán –con la guinda del quinto tanto de Capel– y la sentenció en Málaga con un gol de falta desde unos 45 metros.

El mediocentro logró en el inicio de la segunda mitad, con la involuntaria participación del defensa que estaba en la barrera, lo que ninguno de los malaguistas ante Palop en la primera media hora de juego, que fue lo que duró el vigor blanquiazul. El fuerte ritmo impuesto por los anfitriones apenas superó el entramado defensivo de los hispalenses –algo mejor con Martín Cáceres en el lateral, hasta el punto de acumular ya dos partidos sin encajar un tanto– pero jamás al capitán. En sus acertadas intervenciones ante Baha (min 3), Gaspar (min 10) y Duda (min 16) comenzaron a fraguarse el fallecimiento malaguista y, paradójicamente, el crecimiento sevillista. Muy discreto en su preámbulo, quizá por la renta a favor disfrutada desde antes del pitido inicial, y algo más pretencioso luego una vez comprobado el efecto gaseosa malacitano. Por eso, los primeros 45 minutos se esfumaron con un Luis Fabiano desperezándose con dos acercamientos envenenados al marco del debutante Asenjo.

El paso por los vestuarios no hizo sino certificar esta sensación. Romaric se encargó de hacerlo en el 51 para dar paso a un partido aún más cómodo para los intereses sevillistas. El árbitro no vio el penalti de Escudé a Baha apenas 4 minutos después del 0-1 y con más espacios detrás se multiplicaban las posibilidades de hacer más daño arriba. En ésas, llegó una jugada de tiralíneas rematada en boca de gol por el recién ingresado Perotti (min 64).

Ahí se acabó el encuentro. La expulsión de Welington lo corroboró tanto o más que el tercero del Sevilla, ejecutado de manera magistral por Luis Fabiano, con un golpe franco en la frontal justo un minuto antes del final.


Jesús Navas, «tocado», se retiró por precaución
«Hemos pasado momentos malos, pero ahora tenemos tres victorias consecutivas. A ver si poco a poco vamos creciendo en todos los sentidos», manifestó Manzano tras eliminar al Málaga. Además, el preparador hispalense reconoció que si su rival hubiera «acertado» en alguna de sus ocasiones, el partido no hubiera «sido tan cómodo». Por otro lado, Manzano explicó la situación de Jesús Navas, que acabó «tocado». «A Navas se le ha ido sobrecargando el gemelo y, por precaución, lo he cambiado y le hemos aplicado hielo inmediatamente. En las próximas horas esperamos que se le descargue el gemelo y pueda estar con nosotros el sábado», apuntó algo preocupado.