La bipolarización eclipsa a Le Pen

La elección presidencial se está tornando en un referéndum por o contra Sarkozy. Y la consecuencia del duelo electoral entre François Hollande y el jefe del Estado es la neutralización de la ultra Marine Le Pen, estancada en las encuestas entre un 14-17% para la primera vuelta. Sus posibilidades de pasar a la segunda menguan al tiempo que el candidato-presidente, que ha ganado dos puntos desde su declaración, se afana en seducir de nuevo a un electorado frontista más escéptico que hace cinco años. En un «impasse», la líder del Frente Nacional trató ayer de dar un nuevo impulso a su campaña erigiéndose en la «candidata de la revuelta popular» atacando simultáneamente a los que considera, sin distinción, «candidatos del sistema de la banca y de la finanza». Utilizando un símil futbolístico, Le Pen, de mitin en Lille, pidió la «expulsión definitiva» del presidente del terreno de juego. «El 22 de abril, pueblo de Francia, sacad a Sarkozy una tarjeta roja», arengó tarjeta en mano. Frente a una campaña que está mostrando sus carencias en materia económica, la líder del FN ha centrado nuevamente su discurso en la inmigración. Le Pen servía la polémica a cuenta de los productos «halal» denunciando una supuesta islamización de Francia.