El cardo como componente de suculentas recetas o el cardo mariano en forma de infusión, tonifican, limpian, dan brillo y esplendor al sistema hepático, lo que es trascendental a la hora de vivir en salud y tan ricamente, ya que el hígado realiza múltiples y trascendentales funciones, tales como, y entre otras, almacenar hierro, vitaminas A, B12 y D, producir las proteínas del plasma sanguíneo, transformar el tóxico amoniaco en urea, procesar el alcohol y algunos medicamentos para que sean eliminados por la orina, expulsar impurezas de la sangre y controlar los niveles de azúcar. Todo eso funciona mejor con la ingesta y bebida del cardo, pariente directo de la alcachofa y socio en las mismas tareas, lo que explica, de un lado, que tal cosa beneficia a las partes y al total del organismo, y, de otra, la afición desmesurada y la fama de afrodisíacos que Catalina de Medici, confirió y popularizó en estos productos. Porque si funciona el hígado funciona el cerebro que es la nave nodriza de lo erótico y sexual.