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África

Combates

Los rebeldes reconquistan Ajdabiya

Finalmente, los rebeldes han conseguido reconquistar la ciudad de Ajdabiya, que fue desde el comienzo de la revolución la última frontera de la Libia libre. Después de varios días de estancamiento, los milicianos revolucionarios han sido sorprendentemente rápidos y eficaces en echar a las tropas de Gadafi, que estaban ya debilitadas después de varios días de bombardeos aliados.

Rebeldes libios celebran, ayer, la reconquista de la ciudad de Ajdabiya larazon

Los aviones de la coalición abrieron el camino a los rebeldes, dejando inoperativa la artillería pesada de Gadafi, cuyos hombres se han batido en retirada hacia el oeste, hacia la localidad de Brega, a unos 60 kilómetros al oeste de Ajdabiya. Detrás de sí dejaban escenas de destrucción y desolación, con cadáveres en las calles de una ciudad en la que ya no quedan civiles.

Los rebeldes se situaban, al cierre de esta edición, a pocos kilómetros del enclave petrolero de Brega y se disponían a tomarlo durante la noche, según fuentes de los mismos. Tanto los milicianos, así como las autoridades revolucionarias y los ciudadanos, celebraban ayer esta primera victoria sobre el terreno, después de días de espera, en los que algunos empezaron a perder la esperanza. Los combatientes nunca dudaron de que recuperarían Ajdabiya, pero algunos en Bengasi confesaban ayer que habían empezado a temer que sus hombres no volverían a recuperar el terreno perdido. Esto ha sido posible principalmente por la acción aliada, que después de una semana empieza a resultar efectiva.

El propio régimen confirmaba ayer que sus tropas tuvieron que retirarse debido a los bombardeos aliados que, según Trípoli, no tienen como objetivo proteger a los civiles, sino ayudar a los rebeldes y «encubrir» las acciones de grupos armados criminales, en referencia a Al Qaida. Los aviones internacionales continúan y amplían sus operaciones a varios puntos de Libia, pero por el momento no están consiguiendo resultados en Misrata, donde las fuerzas de Gadafi no dan tregua a los habitantes de la tercera ciudad del país, que está rodeada por los tanques del Coronel. Las fuerzas del dictador volvieron ayer a bombardear con artillería pesada el centro de la ciudad, donde aun habría francotiradores disparando contra la población civil, según los relatos que llegan desde allí.

El propio Gobierno rebelde lanzó ayer un llamamiento desesperado para que la comunidad internacional detenga la «masacre» en Misrata, pidiendo que los aliados bombardeen a las tropas de Gadafi, a pesar de que se encuentren cerca del núcleo habitado, lo cual detiene a las fuerzas internacionales por miedo a provocar los llamados «daños colaterales». «Estamos dispuesto a tener algunas víctimas en Misrata, si esto permite salvar miles de vidas» dijo Mustafa Gheriani, uno de los portavoces rebeldes, que solicitó además el envío inmediato de un buque hospital para hacer frente a la emergencia sanitaria con centenares de heridos que no pueden ser tratados.

Las autoridades revolucionarias negaron ayer que los bombardeos aliados estén causando víctimas civiles, tal y como sostiene el régimen, y han admitido además que existe «una línea de comunicación» entre las fuerzas internacionales y el Consejo Militar, órgano de los rebeldes encargado de supervisar los asuntos de la guerra, a pesar de que éste no ha conseguido todavía hacerse con liderazgo de la misma.

Los que luchan son los miles de voluntarios que, cada vez más, admiten que necesitan una mejor organización. El portavoz de las fuerzas armadas desertoras del este de Libia, Ahmed Beny, ha anunciado que crearán un nuevo Ejército, en cuya jefatura estará Jalifa Hifter, un ex general de los cuerpos de élite de Gadafi, que participó en la guerra de Chad y es conocido por su experiencia y eficacia. Las autoridades esperan que Hifter pueda poner orden en las filas rebeldes, donde la espontaneidad e inexperiencia ha dado lugar a muchos errores tácticos, así como a muchas víctimas. Después de rechazar el mando de los militares desertores, que son una minoría en el frente, los rebeldes están dispuestos a aceptar a Hiftar, del que dicen que puede ser un buen líder y que tiene mucha experiencia, además de que conoce a las fuerzas de Gadafi desde dentro. Este nuevo paso podría fortalecer a los rebeldes, que además estarían negociando ya la obtención de armamento con varios países extranjeros.