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Denunciar o no denunciar

La Razón
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Esa es la cuestión. Y lo peor es que no es baladí. A la mujer que lo hace, o no, le puede costar la vida. Desgraciadamente las historias de amor y desamor, aquellas en las que la pasión acaba en posesión y en las que el fracaso conduce a que aflore lo peor de algunos, son tan viejas como la humanidad y no están resueltas en pleno siglo XXI. Creíamos que poniendo todos de nuestra parte, con una legislación y unos derechos escritos, seríamos capaces de reconducir uno de los males endémicos del ser humano…Pero la realidad se ha encargado de demostrarnos lo contrario. Nada es tan sencillo como muchas veces se indica. «En cuanto te ponga la mano encima, denuncia», aconsejan algunos. «Hazlo antes de que sea demasiado tarde», dicen otros. Desafortunadamente son muchas las mujeres que mueren a causa de las mismas parejas a las que denunciaron. Casi lo vivimos, hace más de una década, a través de un programa de televisión que acabo con la protagonista y denunciante convertida en cenizas. Tras la tragedia pensábamos que las cosas cambiarían, pero lo cierto es que las cifras constatan que todo sigue igual. ¿Qué hacer entonces? ¿Dejar de denunciar? Algunas asociaciones aconsejan no hacerlo inmediatamente, sino una vez que se esté en lugar seguro. Puede que tengan razón. O puede que no. Lo cierto es que por más que la razón nos haga querer que las mujeres maltratadas denuncien, seguro que preferimos que no lo hagan, si tal denuncia les cuesta la vida.