Barcelona

Teresa Rabal: «Ya quisiera el Congreso parecerse al circo»

Teresa Rabal: «Ya quisiera el Congreso parecerse al circo»
Teresa Rabal: «Ya quisiera el Congreso parecerse al circo»larazon

–Quince años después ha vuelto usted a su propio circo, ¿se encuentra lo suficientemente en forma?
–Sí, estoy en forma. Lo que pasa es que he agarrado una gripe fuerte en estos días, pero por lo demás estoy muy en forma.

–Algún ejercicio o deporte le ayudará a conservarse, ¿no?
–Pues no. Cuando era joven hacía mucha gimnasia rítmica y ballet, pero ahora ¡bastante deporte hago ya en el escenario! Yo creo que me mantienen en forma las ganas de trabajar y que me gusta mucho lo que hago.

–Su circo es un circo distinto en el que caben la canción, la acrobacia y los payasos, pero no los animales, ¿por qué?
–Porque considero que los animales tienen que estar en su hábitat y hacer lo que su propia naturaleza les pide. Es cierto que hay generaciones que han nacido en los circos y a las que volver a su hábitat les resultaría muy complicado porque pierden en parte el instinto animal, pero esto no es una razón para que continúen los animales viviendo en lugares que no les corresponde.

–La verdad es que a usted siempre le han gustado los deportes de equipo, ¿no sería más sencillo trabajar con menos gente o sola?
–Posiblemente, sí, pero a mí me gustan los riesgos de siempre.

–Por cierto, trabaja para los niños. ¿Por eso el fútbol no le resulta una competencia?
–Yo creo que para nada.

–Y dígame, ¿a usted le gusta el fútbol?
–No soy muy futbolera.

–¿Pero tiene equipo?
–Soy de la Selección española.

–¿Y le gusta algún otro deporte?
–Me gustan mucho la gimnasia rítmica y el patinaje artístico.

–¿Qué considera más arriesgado: trabajar en el circo o en la Fórmula Uno?
–Hombre, en la Fórmula Uno se juegan la vida y en el circo, no.

–¿Y diría usted que en las pistas deportivas, como en cualquier escenario, se actúa un poco?
–Yo creo que todo es espectáculo, sin duda.

–Dicen que en el mundo del deporte hay más campeones ahora que en el mundo del cine. ¿Quién cree que sería el equivalente a Paco Rabal en el deporte de nuestros días?
–Pues no lo sé... Tal vez Nadal.

–¿Y cree usted que encontraría equivalente en el del cine?
–Yo he sido una gran admiradora de mi padre y, aunque ahora hay actores españoles muy buenos, como Bardem, por ejemplo, mi padre ha hecho personajes realmente espectaculares y yo creo que todavía les falta un poco de madurez a los que le podrían emular.

–Hay muchas sagas de artistas y no tantas de deportistas, ¿cree que el talento artístico se hereda, pero el deportivo no?
–No lo sé. Lo cierto es que cuando se nace dentro del mundo artístico es bastante difícil que te puedas dedicar a otra cosa. Yo no sé si los hijos de los deportistas no están tan integrados en el ambiente de sus familias como los artistas. Puede ser que haya talentos que se hereden más que otros.

–Por cierto, se quejan los artistas de que se ayuda al deporte, pero no a la cultura, circo incluido. ¿A qué cree que se debe?
–A que el deporte genera mucho más dinero. Pero desde luego a mí no me parece justo que se dediquen diez páginas de un periódico al deporte; y al teatro, al cine, al espectáculo, a la música una página o media... No me parece equitativo.

–Y dígame, ¿a usted también le parece que el circo, con acrobacias e incluso algún que otro payaso, recuerda mucho en ocasiones al Congreso de los diputados?
–Ya quisiera el Congreso de los Diputados parecerse a un circo.


En primera persona
«Nací en 1951 en Barcelona, entre Madrid y Murcia… Me considero murciana. Estoy casada y tengo dos hijos, que son de lo que más orgullosa me siento. No me arrepiento de nada, valoro la sinceridad y la honestidad en las personas y detesto la mentira. Soy excesivamente seria en el trabajo, tremendamente organizada y con mucho genio. Además, soy animada, trabajadora, perseverante... Perdono y olvido perfectamente. A una isla desierta me llevaría a mi familia, a mi marido, a mis hijos y, en general, a la gente que quiero. Me gustan el arroz y el agua de vichy. Mi gran manía es el orden. No tengo ningún sueño que se me repita. Lloro de emoción en el escenario con la gente y con el recuerdo que me transmiten de toda mi vida... De mayor me gustaría ser lo que soy y si volviera a nacer también sería lo que soy».