Buenos Aires

Fiesta antiespañola en el Congreso argentino

Fiesta antiespañola en el Congreso argentino
Fiesta antiespañola en el Congreso argentinolarazon

BUENOS AIRES- El radicalismo y el nacionalismo mal entendidos son una mezcla explosiva. Ayer, en el Congreso argentino volvimos a los tiempos de Perón, cuando la Plaza de Mayo se llenaba de descamisados clamando por la cabeza de los patrones. El ruedo cambió, pero también la presa: los españoles son la nueva diana de los kirchneristas. Integrantes de agrupaciones políticas y sociales, legisladores y figuras de todo el arco oficialista festejaron la expropiación de YPF dentro y fuera del Congreso entre banderas, globos y fuegos artificiales. Dentro del hemiciclo, transcurría una aburrida y maratoniana jornada en la que la práctica mayoría de diputados repetía sus discursos patrióticos.

Hasta que llegó el turno de Laura Alonso, del PRO. El partido del alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, es la única opción de derechas en el país, y uno de los pocos que votó en contra de la expropiación. «Es llamativa la opacidad en el manejo de los recursos naturales, con sospechas de corrupción. Las licitaciones petroleras se prorrogan entre cuatro paredes. No alcanza con flamear la bandera y hablar de patriotismo, cuando se cierran acuerdos corruptos en contra de los derechos del pueblo y a sus espaldas», subrayó Laura Alonso. En su testimonio valiente criticó a «los que se dicen patriotas y nunca apercibieron a las empresas y las sancionaron en el momento que correspondía».

De repente la sala enloqueció, desde los palcos laterales los «patoteros K» gritaban a Alonso: «¡Española, española!», «¡vete a España!». Pero también sus señorías, desde las tribunas, jadeaban y gritaban improperios: «¡Eres la más progre del PRO!». Hasta en cuatro ocasiones el presidente de la Cámara, Julián Domínguez, pidió «orden, silencio y respeto» durante la intervención de la diputada. Alonso denunció un «saqueo del pasado y del futuro» y se preguntó si los beneficios no acabarán en los bolsillos de los funcionarios. «Este Gobierno fue y es parte del saqueo y no vamos a permitir que sigan haciéndolo. Más que llover gasoil va a caer lluvia ácida», aseveró, sin dejarse intimidar por las huestes peronistas. Al final, 207 votos a favor, 32 en contra y seis abstenciones. Fue una explosión nacionalista en el Congreso con gobernadores, alcaldes, las Madres de Plaza de Mayo, filósofos y artistas, con los hilos de la todopoderosa Cámpora, las juventudes «kirchneristas», agitando la comparsa.

Afuera, las celebraciones comenzaron a prepararse temprano con la instalación de un escenario en la puerta del Congreso. Abrazos, gritos y aplausos se mezclaron tras la aprobación en general de la ley, seguidos por la marcha peronista que cantaron los congregados. «Ohh, yo no soy gorila, soy soldado de Cristina...», siguió la hinchada, mientras varios agitaban camisolas de YPF y de la Cámpora.

Horas después, la presidenta Kirchner dio carpetazo a la expropiación estampando su firma en el decreto. «Quiero hacer un llamado a todas las empresas para la reinversión de las utilidades porque las estamos subsidiando y porque la juntaron en pala durante todos estos años», advirtió.

Quedó patente que ha cambiado el relato. En su nueva versión, España es el imperio y Estados Unidos, el hermano americano. Ahora buscará que sean petroleras estadounidenses las que se hagan cargo de la explotación de los yacimientos de gas no convencional de Vaca Muerta.
Para quien quiera invertir en petróleo y gas, ya sabe la teoría del interventor, Axel Kicillof, de que las empresas sólo deben tener un pequeño margen de ganancias. Nadie descarta, en esta fiebre nacionalista que ahoga Buenos Aires, más expropiaciones como opción a que se imponga la certeza de que se erró, y con gravedad, en las decisiones de la Casa Rosada.

 

Galuccio, el rastreador del petróleo
buenos aires- El día en que Kirchner anunció el envío al Congreso del proyecto de estatización de YPF, Miguel Galuccio –flamante responsable de la nueva empresa– renunciaba a la presidencia de IPM en Londres para regresar. «No me puedo negar al mandato de mi presidenta», dijo. Galuccio es una estrella de los «reservoristas», los expertos en la localización y perforación de hidrocarburos. Le atribuyen haber modificado el paradigma de su negocio aplicando nuevas tecnologías. Es el caso del «shale», gas del yacimiento de Vaca Muerta, que se conoce desde hace 20 años pero sólo desde hace dos es atractivo por las nuevas técnicas de extracción. Desde entonces, dicen que Galuccio es capaz de sacar petróleo a una Vaca Muerta.

 

Laura Alonso, la «bandida española»
Laura Alonso, objeto ayer de la ira peronista e increpada ayer al grito de «bandida española», está acostumbrada a aguantar cuanto le echen. Esta «outsider» de la política apoya la despenalización de la marihuana y votó a favor del matrimonio igualitario pese a militar en la derecha. La diputada es uno de los puntales del PRO de Macri, partido del que –a priori– no cabría esperar esas posturas. Por eso sonríe cuando se la cataloga como «la más progre del PRO».