Con dolor

El Real Madrid venció en Mestalla con sufrimiento, con más dificultades que las previstas en la primera parte. Ganó a un equipo cuyo portero permitió un gol a lo Casillas, con una salida que le costará purgar la suplencia. Cuando parecía que no se le iba a escapar el triunfo tuvo que jugar a defenderse de la avalancha valencianista, que en los últimos minutos fue angustiosa.

El Madrid alumbró los tres puntos en parto con dolor. Cuando peor lo tenía, el enmarañamiento del juego, las constantes paradas por faltas, brusquedades, malos modos y desconsideraciones con el contrario le beneficiaron porque el Valencia se descentró. Durante medio partido no hubo más dueño del balón y de las situaciones de peligro que el Madrid. El entrenador valencianista tardó en reaccionar. Bastó que entraran Pablo y Jonas para que se crearan las ocasiones de gol que no había tenido con anterioridad. El cambio de futbolistas, y de actitud del resto, posibilitó que Soldado pudiera entrar en acción y, con dos goles, consolidara su candidatura a la Selección, futuro que se le desea desde distintos puntos informativos, pero que Vicente del Bosque obvia.
El Real Madrid salió con más precauciones defensivas de las que se presuponen al líder que está ganado partidos con tanta autoridad. Mourinho alineó a Xabi, Khedira y Lass para tener músculo y evitarse las angustias que pasó el Barcelona en el mismo escenario, donde empató casi milagrosamente. El Madrid ha salido de Mestalla con dos puntos más que el equipo catalán. Sufrió, pero el marcador le reconfortó.

Posdata. Mourinho volvió donde solía. En Mestalla insultó a los entrañables payasos.