Sé que es domingo

Mariano Rajoy ha obtenido los mejores resultados de la historia del PP en unas elecciones autonómicas y municipales. Las euforias han sido las justas y ha apelado a la responsabilidad de los futuros gobernantes de Ayuntamientos y Comunidades a gobernar con austeridad y eficacia. Tenía motivos más que suficientes para exteriorizar euforia, embriaguez y, hasta chulería. Pero no lo ha hecho. Él sabe como los ciclistas que cuando toca subir hay que estar tranquilo. Sabe que el tesón y el ejercicio diario aumentan la masa muscular. Más de cien mil kilómetros se ha recorrido en el último año y ha celebrado centenares de actos. Me sorprende mucho que el PSOE le llame vago. En los diez años que trabajé con él, las frases más habituales que recuerdo son: Belén, sé que es domingo, perdona que te moleste, pero…, Belén, sé que es muy tarde, perdona que te moleste, pero… Nunca salíamos antes de las nueve y media de la noche. Y nunca tomaba una decisión importante sin haberla sopesado. Quien crea que Rajoy es un hombre de impulsos, se equivoca. Quien crea que es un hombre sin personalidad, manejable y manso se equivoca. Tranquilidad no debe confundirse con debilidad, humildad no debe confundirse con falta de liderazgo y buena educación no quiere decir que ignore los problemas. El presidente del PP es un corredor de fondo con mucha resistencia. Ha subido muchos puertos, se ha rodeado de los mejores candidatos y ganará la Vuelta a España.