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Elvira Lindo: «Hay mucha cursilería sobre la maternidad»

En raras ocasiones puede verse en España a un escritor desnudarse así. Pero no lo hace con una autobiografía. «Lo que me queda por vivir» (Seix Barral), el título de un bolero y la nueva novela de Elvira Lindo, «utiliza como materia prima mi vida, mi voz, pero también hay ficción», explica la escritora.

Elvira Lindo: «Hay mucha cursilería sobre la maternidad»
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-¿Cuánto hay de sí misma en «Lo que me queda por vivir»?
-El porcentaje de realidad varía mucho de una página a otra. Cuando la escribía me acordé mucho de Philip Roth. Pocos días antes de publicar «El lamento de Portnoy» invitó a sus padres a cenar para advertirles de que en el libro había muchos detalles ficticios sobre los personajes que se suponían que eran ellos.

-¿No se trata de una temática muy habitual en España?
-No, aquí somos muy pudorosos. Eso sí, mucho más con nuestras emociones o nuestros deseos que con el sexo, por ejemplo. Si surgen lectores que interpreten todo como cierto, qué le voy a hacer...

-Uno de los temas centrales de este libro es la maternidad. ¿Qué imagen de esta experiencia ha querido mostrar?
-Creo que es muy diferente a la habitual. En la actualidad, se ve como algo casi divino. Hay mucha cursilería sobre eso. Se trata simplemente de una joven que sale del paso sin experiencia pero con amor. Quise despojarla de cualquier tipo de idealización.

-En cierta manera también hay en «Lo que me queda por vivir» un retrato de su hijo. ¿Qué le ha parecido?
-Las primeras personas que lo leyeron fueron Elena Ramírez, mi editora, Antonio (Muñoz Molina, su esposo) y mi hijo. Me escribió una carta de buen lector y de buen hijo en la que me dice que no tengo que tener miedo. Él me hace sentir segura. Además, es el autor de la portada. No es la primera que hace, así que presentó una propuesta y encajó.

-Retrata la España de la década de los ochenta. ¿Ve la realidad de nuestro país muy diferente a la de aquella época?
-Ha cambiado muchísimo. Antes había menos temeridad porque se creía más en el futuro. Con las circunstancias actuales, es normal que exista más temor por lo que pueda pasar.

-Introspección, maternidad, vivencias. ¿Es su novela más compleja?
-Desde luego, me ha costado muchísimo porque me generaba inseguridades. Estuve cuatro años con ella, no sabía cómo estructurarla, aunque sí que tenía claro que debía ser pura, directa y cristalina. Me planteé muchas más cosas, quizá porque es la más profunda.


Más futuro que pasado
Elvira Lindo quería «hablar más del futuro que del pasado» en esta novela, aunque el libro refleje parte de su vida anterior. Sobre sus próximos deseos: «Seguir escribiendo», dice contundente. Por el momento, asegura vivir «un momento sereno, rodeada de adultos y de relaciones serias. Haber conseguido tener a gente a mi alrededor que me proteja de todo a lo que estoy expuesta es importante. No podría enfrentarme yo sola».