La elegancia no debe estar reñida con la eficacia

A la hora de adquirir un todoterreno, la utilidad es uno de los primeros apartados que hay que analizar. Debemos tener bien claro para qué queremos nuestro coche y a qué exigencias debe responder. Sucede con demasiada frecuencia que los todoterreno puros que se venden en nuestro país no pisan la tierra durante toda su vida útil. Por ello, es más racional adquirir un todocamino que se comporte adecuadamente en carreteras de asfalto, que pueda rodar veloz sin problemas de estabilidad, con consumos ajustados y con capacidad interior más que suficiente. Y que, a la vez, pueda responder a nuestras expectativas cuando necesitamos meternos por un camino de tierra en malas condiciones para aceder a una finca o un paraje recóndito.

Todas esas condiciones las reúne el Santa Fe, uno de los mejores productos salidos de las factorías de Hyundai, que en su tercera generación viene avalado por unas ventas de dos millones de unidades desde su nacimiento, de las cuales 350.000 se han matriculado en Europa.

Además de la estética de nuevo diseño, uno de los puntos fuertes de este todo camino es su capacidad interior. Está preparado para llevar tres filas de asientos, con lo cual pueden viajar hasta siete personas. Y si, como sucede habitualmente, no se utilizan los asientos más retrasados, los respaldos quedan recogidos y ofrece una capacidad de carga enorme, de hasta 516 litros. No hay equipaje o equipamiento deportivo que se le resista. Escopetas, bolsas de golf, tablas y velas... Todo cabe, ya que podemos seguir abatiendo por partes los asientos de la segunda fila hasta conseguir un gran volumen.

En su tercera generación el Santa Fe ha modificado su diseño, que ahora es más ancho, pero más bajo y también un poco más corto. Diferencias de un par de centímetros, pero que, sobre todo en altura, hacen que haya mejorado su comportamiento en carretera y que al mismo tiempo hayan descendido sus consumos.

En lo que se refiere a las motorizaciones, la casa coreana propone dos alternativas en motores diésel. La más económica es un bloque de 2,0 litros que desarrolla una potencia de 150 caballos. Una mecánica que va unida a una caja manual de seis velocidades y con tracción únicamente a las ruedasd delanteras. Es decir, el vehículo más apropiado para la inmensa mayoría de los usuarios, que podrán disfrutar de un consumo en torno a los seis litros.

Pero quienes quieran subir un escalón más pueden optar por la versión más equipada, dotada de un motor 2,2, cuya potencia llega a los 197 caballos. Además posee un par muy bajo, que hace que el coche salga con fuerza desde la parte más baja del cuentavueltas. El propietario podrá disfrutar de tracción a las cuatro ruedas y, si lo desea, de una caja automática que mantiene también muy bajos consumos. Y un equipamiento completísimo con refinamientos como control de presión de neumáticos, tapicería de cuero, suspensión autonivelante...

Santa fe 2,2 crdi
Cilindrada: 2.200 cc (diésel)
Potencia: 197 cv
Vel. máxima: 190 Km/h
Acelerac. 0-100: 10,0 s
Peso: 1.877 Kg
Capac. depósito: 64 l
Dimensiones:
4,69/1,88/1,67 m
Plazas: 7
Tracción: 4x4
Cambio: Manual. 6 velocid.
Capac. maletero: 516 l
Consumo medio: 5,7 l
Precio: 36.190 euros