Ángeles Blancas: «Me hubiera gustado ser fontanera»

–Ángeles Blancas: la suya no será una voz negra, ¿verdad?
–Para alguna gente, quizá sí. Es la mía una voz particular, distinta.

–Viene de cantar «Lou Salomé» en Venecia. Lou Andreas–Salomé fue amiga de Wagner y de Freud...
–A mí también me hubiera gustado ser amiga de gente de aquella época, de poetas, pintores, músicos, científicos...

–Lou fue compañera de Nietzsche y amante de Rilke. ¿Le hubiera gustado ser amante de...?
–También de Rilke.

–Parece que el poeta tenía tendencia a vivir de las señoras...
–Por él se podía hacer un esfuerzo.

–Lou fue escritora, filósofa y psicoanalista. ¿Le gustaría ser otra cosa, además de cantante?
–¿Acaso hace falta ser algo más? Bueno, ponga usted fontanera, que los fontaneros ganan mucho dinero hoy en día.

–Ahora canta «El gato montés». ¿Sabe que está en peligro de extinción?
–Sí. Quizá yo también esté en peligro de extinción. La cultura está maltrecha por la crisis económica y la crisis de ideas.

–La crisis: ¿se ha recortado su caché?
–No. Que se lo recorten los que se lo tienen que recortar: políticos, banqueros...

–Dice que es adicta a los retos...
–No he tenido más remedio. Gracias a ellos he crecido profesionalmente.

–Hoy, ¿tener una buena figura da más contratos que tener una buena voz?
–Habrá casos. La imagen es hoy muy importante en todo. Es lo que vende.

–En «El gato montés» rivalizan por usted un torero y un bandolero. Puestos a elegir, ¿con cuál se queda?
–Con el bandolero.

–¿Quiénes son los bandoleros de hoy?
–Los especuladores.

–¿Qué voz le gusta de las que oye en el Congreso?
–Ninguna. Hablan demasiado y hacen poco.

–A ver quién destaca en la tuna con la Merkel de vocalista...