España

La OCDE dice a España que se prepare para nuevos «ajustes»

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha reclamado al Gobierno español que "especifique"algunas de las reducciones del gasto previstas para el año 2012 y ha recalcado que el Ejecutivo debería estar preparado para adoptar nuevas medidas en caso de que sean necesarias para alcanzar los objetivos de déficit previstos.

En su edición de noviembre de su informe 'World Economic Outlook', la OCDE insiste también en que la reforma de las pensiones es "necesaria"para situar las finanzas públicas españolas en una senda "sostenible"y reclama al Gobierno una mejora de la efectividad de los servicios públicos de empleo para poder recoger los beneficios de la reciente reforma del mercado laboral.

La organización apunta que la economía española se está recuperando de forma "lenta"y considera que, tras permanecer "plano"en la segunda mitad de 2010, el crecimiento del PIB se reanudará en 2011, impulsado por la demanda externa y, en cierta medida por el consumo privado. Además, la lenta recuperación de la economía provocará, según la OCDE, que el desempleo siga siendo elevado.

El crecimiento económico español será en 2010 negativo, del -0,2%, según las previsiones de la OCDE, que estima que en 2011 el PIB aumentará un 0,9%, de tal manera que se mantienen las perspectivas anunciadas en mayo pasado.

La organización constata que el PIB aumentó en España un 0,2% durante el segundo trimestre de 2010 como consecuencia del empuje de la demanda privada, previo al incremento del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que entró en vigor el 1 de julio.

Durante el tercer trimestre del año el crecimiento se estancó precisamente por efecto de la subida del IVA y la OCDE destaca que el estancamiento alcanzó también al sector exportador, mientras que se detectó una caída de la confianza empresarial.

En cuanto al crecimiento del PIB esperado en 2011, la organización considera que estará alentado por la demanda externa y, en cierta medida, por el consumo privado.

Las previsiones de la OCDE para España son algo mejores que las del propio Gobierno español para 2010, puesto que Madrid prevé una caída del PIB del -0,3%, aunque es menos optimista con respecto al crecimiento esperado en 2011, que las autoridades españolas sitúan en el 1,3% de aumento.

El Fondo Monetario Internacional prevé que el PIB español caiga un -0.3% este año y crezca un 0,7% en 2011, mientras la Comisión Europa estima que el crecimiento español será del -0,3% en 2010 y del 0,8% el año que viene.

Por otra parte, la OCDE señala que la consolidación presupuestaria puesta en marcha a todos los niveles gubernamentales está previsto que se traduzca en un descenso del déficit público hasta el 9,2% en 2010, el 6,3% en 2011, cifra que está ligeramente por encima del objetivo del Gobierno del 6%, y el 4,4% en 2012, que coincide con el estimado por el ejecutivo español.

La organización también reconoce que los resultados presupuestarios del país han mejorado en 2010 y que las medidas de estímulo han sido retiradas en su mayoría. Además, recuerda que las reformas fiscales, como la subida del IVA o el incremento del IRPF en algunas comunidades autónomas, entre otras, generarán ingresos por valor del 1,2% del PIB en 2010 y del 0,5% en 2011.

En este sentido, recuerda que el Gobierno central ha anunciado nuevas reducciones del consumo y el gasto en 2012, así como su intención de recortar el gasto de inversión en infraestructuras tanto como sea necesario, para alcanzar el objetivo de déficit del 4,4% del PIB.

"Aunque el Gobierno anunciará las medidas específicas sólo en presupuestos futuros, se asume en las proyecciones que el objetivo de déficit público se alcanzará en 2012", añade.
Acerca de la reforma de la legislación del mercado laboral aprobada en septiembre, y que incluye medidas para reducir los excesivos costes de despido así como reflejar mejor las condiciones de las empresas individuales en las negociaciones salariales, la OCDE cree que apoyará la creación de empleo en 2012.

Por último, subraya que la confianza de los inversores sigue en niveles "críticos"y advierte de que un nivel elevado de los diferenciales podría traducirse en un deterioro de los costes de financiación en el sector privado, especialmente cuando el Banco Central Europeo retire las medidas extraordinarias de liquidez. "Este riesgo pone de relieve la necesidad de lograr la consolidación fiscal y presiona para realizar reformas estructurales", añade.